Gnedich (fragmeno)Maria Rybakova
Gnedich (fragmeno)

"En el pasillo tomó una nota de la bandeja y la abrió. Era una carta de Semyonova. ¿Cómo podía ser posible que no hubiera reconocido aquella letra, a pesar de haberla visto mil veces? Era la misma letra. Trazos inclinados y líneas delicadas, inciertas, como escritas por un adolescente y escritas en el mismo papel fino marca de agua. ¿Pero por qué el nombre era desconocido? Las cartas eran enviadas siempre sin sellar, escritas en el alfabeto ruso, augurando quizás el mágico escalofrío insinuado por el nombre de una mujer de la que se había enamorado.
Él había dejado de amarla, pero le pidió que se encontraran a la mañana siguiente. Como seminarista había inventado su propio método de expresión trágica, ensombrecido quizás por la memoria de los héroes caídos en la guerra o el amor de una madrastra por su hijastro. Las decoraciones funerarias decoran nuestras vidas y la vida eterna, desde que se levanta el telón.
Dios, hombre o mujer, él sabía que la vida que estaba destinado a vivir era sólo un capítulo en el gran libro de las oportunidades.
También la belleza se alza de puntillas, volviendo su rostro hacia el cielo, como si viera su propio reflejo. "



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