Naufragio (fragmento)Julian Barnes
Naufragio (fragmento)

"Empezó con un presagio.
Habían doblado el cabo de Finisterre y navegaban hacia el sur recio viento en popa cuando un banco de marsopas rodeó la fragata. Quienes iban a bordo se amontonaron en la popa y el parapeto, maravillándose de la habilidad de los animales para dar la vuelta a un navío que ya iba alegremente a unos nueve o diez nudos. Mientras admiraban los juegos de las marsopas se oyó un grito. Un grumete se había caído por una de las portillas de popa del lado de babor. Dispararon un cañón de señales, echaron al agua una balsa salvavidas y pusieron el navío al pairo. Pero estas maniobras se realizaron con lentitud, y para cuando bajaron la barcaza de seis remos, todo fue en vano. No pudieron encontrar la balsa y menos aún al muchacho. Tenía sólo quince años, y los que le conocían sostenían que era un buen nadador; supusieron que probablemente había alcanzado la balsa. De ser así, sin duda pereció en ella, después de experimentar los más crueles sufrimientos.
La expedición a Senegal estaba formada por cuatro navíos: una fragata, una corbeta, un bergantín y un bricbarca. Había zapardo de la isla de Aix el 17 de junio de 1816 con trescientas sesenta y cinco personas a bordo. Ahora continuaba hacia el sur con un tripulante menos. Se aprovisionaron en Tenerife, cargando vinos exquisitos, naranjas, limones, higos y verduras de todas clases. "



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