El globo (fragmento)Donald Barthelme
El globo (fragmento)

"Otro, por ejemplo, veía el globo como parte de una serie de recompensas insólitas, como si un patrono llegara y dijera: «Aquí tienes, Henry, este fajo de billetes que he dispuesto para ti, porque nos ha ido muy bien en el negocio, y me gusta mucho la forma en que machacas los tulipanes, sin tu trabajo esta sección no hubiese sido un éxito, o no sería el éxito que es.» Para este hombre el globo podría ser una experiencia brillantemente heroica de «valor y músculo», aunque una experiencia pobremente entendida.
Otro podría decir: « Sin el ejemplo de que es dudoso que, existiese hoy en su forma actual», y encontrar muchos que estuvieran de acuerdo con él, o que discutieran con él. Se introdujeron las ideas de «hinchar» y de «flotar», al tiempo que conceptos de sueño y responsabilidad. Otros se enredaron en fantasías notablemente detalladas en torno al deseo de perderse en el globo, o de engullirlo. El carácter privado de estos deseos, de sus orígenes, profundamente enterrados y desconocidos, era tan acusado que apenas se hablaba de ellos; existen, sin embargo, pruebas de que estaban muy extendidos. También se discutió la idea de que lo más importante era lo que sentías cuando estabas bajo el globo; algunas personas proclamaban que se sentían cobijadas, abrigadas, como nunca se habían sentido antes, mientras los enemigos del globo se sentían, o decían sentirse, oprimidos, con una sensación de «pesadez».
Las opiniones de los críticos estaban divididas «Monstruosos abultamientos» «Arpa» «Ciertas contradicciones con las porciones más oscuras» «Alegría interior» «Esquinas grandes, cuadradas» «El eclecticismo conservador que ha regido durante tanto tiempo el diseño Moderno de globos» «Vigor anormal» «Cálidos, suaves, lánguidos pasajes» « ¿Ha sido sacrificada la unidad en aras de la expansión?» «Quelle catastrophe!» «Puro parloteo» La gente comenzó, de modo curioso, a situarse en relación a aspectos del globo: «Será en aquel lugar donde se hunde en la Calle Cuarenta y Siete, casi junto a la acera, de tálamo Chile Elouse », o, « ¿Por qué no subirnos arriba y tomamos el aire, y si nos apetece darnos un paseíto, donde forma una línea gruesa y curvada con la fachada del Museo de Arte Moderno...?» Las intersecciones marginales ofrecían accesos durante un tiempo determinado, así como «cálidos, suaves y lánguidos pasajes» en los que... Pero es un error hablar de «intersecciones marginales», todas las intersecciones eran cruciales, no podía ignorarse ninguna (como si, caminando, allí, no pudieras encontrar a nadie capaz de volver tu atención, en un instante, de viejos ejercicios a nuevos ejercicios, riesgos y escaladas). Toda intersección era crucial, unión de globo y edificio, unión de globo y hombre, unión de globo y globo. Se sugirió que, lo que se admiraba en el globo era en definitiva esto: que no estaba limitado o definido. A veces un abultamiento comba, o subsección se desplazaba hacia el este en dirección al río por su propia iniciativa, al modo de las maniobras militares sobre un mapa, tal como se ven desde el cuartel general lejos del combate. Después aquella porción sería, de algún modo, arrojada otra vez atrás, o retrocedería a otras posiciones nuevas; a la mañana siguiente, aquella porción habría hecho otra salida, o desaparecido totalmente. Esta capacidad del globo para cambiar de forma, para transformarse, resultaba muy agradable, sobre todo para los que tenían sus vidas estructuradas de modo rígido, aquéllos para los que el cambio, aunque deseado, era inasequible. "



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