Vercoquin y el plancton (fragmento)Boris Vian
Vercoquin y el plancton (fragmento)

"Ha llegado el momento de decirlo: estábamos en el mes de febrero, en plena canícula, y el Mayor estaba a punto de cumplir los veintiún años. Así que daba una surprise-party en su casa de Ville-d’Avrille.
En Antioche recaía la entera responsabilidad de la organización de la fiesta. Tenía gran costumbre en este tipo de diversiones, cosa que, unida a un notable entrenamiento en el arte de consumir sin daño alguno hectolitros de bebidas fermentadas, lo designaba mejor que a cualquier otro para la preparación de la surprise-party. La casa del Mayor se prestaba perfectamente a los designios de Antioche, que quería dar a dicha fiesta un esplendor deslumbrante. Antioche lo tenía todo previsto. Un tocadiscos de catorce lámparas, dos de ellas de acetileno, por si los apagones, presidía, instalado por él, el gran salón del Mayor, ricamente decorado con esculturas colocadas sobre glándulas endocrinas que el profesor Marcadet-Balagny, famoso profesor del Instituto Condorcet, mandaba fabricar en la Enfermería Especial del Depósito especialmente para sus dos colegas. En la gran estancia, acondicionada para la ocasión, sólo quedaban algunos sofás cubiertos con piel de narvik lustrada que despedía reflejos rosa bajo los rayos del sol, que ya calentaba lo suyo. Se veían además dos mesas rebosantes de golosinas: pirámides de pasteles, cilindros de fonógrafo, cubos de hielo, triángulos masónicos, cuadrados mágicos, altas esferas políticas, conos, arroz, etc.
Botellas de nansú tunecino se codeaban con frascos de tocado, ginebra Fúnebre (de Treport), whisky Lapupacé, vino Ordener, vermut de Turingia, y tantas bebidas delicadas que resultaba difícil aclararse. "



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