La menor resistencia (fragmento)Adda Djørup
La menor resistencia (fragmento)

"El país estaba inundado por el sol. Ondulantes praderas, vacas pastando y numerosos árboles de hojas caducas verdes y espumosas dotaban de encanto aquella ruta. Se detuvieron en un puesto de venta de bayas y guisantes en una zona de picnic, al borde de la selva, uno de esos pequeños puestos sin supervisión alguna en los que simplemente pones tu dinero y has de deleitarte con tu propia y forzada honestidad. Emma era perfectamente consciente de que Dagny no habría albergado mucho interés por un cortejo fúnebre que apareció sosteniendo tres canastillas de fresas y una bolsa de guisantes, pero no importaba. Inga y John se sentaron en la parte de atrás comentando lo que habían visto hasta ahora y arrojando las vainas de guisantes vacías una a una por la ventana.
La puerta de la oficina funeraria de Jesper Espersen estaba cerrada, aunque según el horario debería estar abierta. Pidieron al taxi que aguardara y dieron la vuelta de nuevo en busca de algún otro empleado. Encontraron un patio en el que se hallaba estacionado un coche fúnebre. Junto a la pared había una hilera de cuidadas plantas en macetas de hoja perenne. Después de llamar a puertas y ventanas gritando hola, se sentaron en los bancos y atrajeron la atención de un gato muy cariñoso que se encaprichó de John, frotándose contra sus piernas y echándose finalmente a sus pies. Inga vio una manguera de jardín que colgaba en la pared. Tomó una canastilla de fresas y lavó cuidadosamente las frutas. De vuelta al banco, le ofreció una a Emma y otra a John, quedándose otra para sí. Comían fresas en silencio. Emma comenzó a sentirse muy a gusto, contemplando una golondrina en su vuelo de ida y vuelta entre las vigas del techo y el cielo azul, llegando incluso a olvidarse de por qué estaba allí sentada. "



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