Un nido de idiotas (fragmento)James Schuyler
Un nido de idiotas (fragmento)

"Alice se sentía cansada, lánguida y displicente. Se dio la vuelta para mirar sus propios ojos en el espejo de encima de la chimenea antes de decidirse a hablar.
"Me enerva vivir en una ciudad rodeada de tanta gente. Me pregunto cuántos vehículos circulan a diario por sus calles."
Marshal sonrió y continuó removiendo la cubierta de unos platos que había sacado de la nevera. Alice se quitó la bata y recogió de la mesa de la cocina los restos de alitas de pollo.
"No sé qué estás buscando en la nevera, pero parece que todo te sabe divertido."
"Deber ser la mitad de un cantalupo que no te comiste-dijo Marshall con agrado. Aunque no acabo de encontrar las cubiertas."
"No sé qué estás intentando demostrar. No tiene sentido que intentes insinuar que no como porque me siento infeliz, lo cual admito fácilmente."
"No, Alice, por favor. No pongas las alas de pollo en el cuenco."
"¿Por qué no admites que te divierte mi infelicidad?"
"Una cena basada en sobras no es una propuesta muy saludable, pero es el precio de entretener a los invitados. Podría haber preparado una cazuela con todo esto, pero siempre me dices que te gusta saber lo que comes. No parecías tan infeliz la pasada noche."
"¿Qué sucedió la pasada noche? No puedes pretender que una cena y unos simples juegos afectarían mi estado de ánimo.
Marshall no responde, pero vierte un poco de ensalada de col en un plato en el que ya había colocado previamente unas sabrosas remolachas. Alice va hacia la ventana y se queda mirando, como si tratara de comentar lo que ve. En la autopista de seis carriles, más allá, los coches truenan persiguiendo el dramático destino de Nueva York.
"Si te sientas en la mesa, podremos comer".
Alice se apartó de la ventana, un tanto aturdida y comenzó soñadoramente a sacar la vajilla de California.
"En realidad, prefiero cenar en el comedor. Es más agradable-afirmó Marshall."
"Dejemos de molestarnos. Quiero ir a la ciudad."
"¿Dónde está el cesto para el pan? Está caliente."
"Marshall, quiero ir a la ciudad."
"No hay nada que hacer en la ciudad por la noche. Además, he de ir allí a diario-añadió en un tono enfurruñado. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com