Historia y textos de la literatura española (fragmento)José Manuel Blecua
Historia y textos de la literatura española (fragmento)

"Cuando ya la poesía épica había llegado a su apogeo, surgió a su lado una poesía más culta, propia para una minoría de caballeros estudiosos y de clérigos, conocida con el nombre de mester de clerecía. Presenta con la poesía anterior diferencias profundas, tanto por la forma como por el contenido.
Frente a las gestas, los poemas de esta escuela se escriben en cuartetas de versos alejandrinos monorrimos, que ellos llamaron cuaderna vía. El autor del Libro de Alexandre se muestra muy orgulloso de esta manera de componer:
Mester trago fermoso, non es de ioglaria,
mester es sen pecado, ca es de clerezia;
fablar curso rimado, por la cuaderna via,
a sillabas cuntadas, ca es gran maestria.
El léxico se amplía, dando entrada a numerosos latinismos, abundando las comparaciones ajenas a la épica, como en este ejemplo: "Estas quatro doncellas, ligeras más que viento".
En cuanto a la temática, interesan más los temas de tipo erudito y europeo: vidas de santos, narración de milagros, leyendas referentes a la antigüedad clásica, como la de Apolonio, etc. Pero, a su vez, esta poesía sufre alguna influencia de los cantares de gesta: así, por ejemplo, Berceo llama a San Millán el buen campeador y el tema de Fernán González aparece con un poema íntegro.
El mejor poeta de clerecía, y el de nombre conocido más antiguo de la literatura española, es Gonzalo de Berceo, educado en el monasterio de San Millán. Vivía todavía en 1246, año en que figura como testigo en un documento. El mismo nos dice:
"Gonzalo fue su nombre qui fizo este tratado, en San Millán de suso fue de niñez criado, natural de Berceo, on San Millán fue nado."
Su obra es bastante extensa, escribiendo tres vidas de Santos -Santo Domingo, Santa Oria y San Millán-, tres obras de devoción a la Virgen María, entre las que descuella su colección de Milagros, y otras tres obras de tipo religioso, como el Martirio de San Lorenzo y El sacrificio de la misa.
Su obra más divulgada es la colección de los veinticinco Miraclos de la Virgen, llenos de candor primitivo y devota sencillez, pero también de auténtica poesía y de viveza narrativa. Berceo no trata de los temas religiosos como un teólogo, sino como buen poeta religioso deseoso de que los demás participen en su gozo. Su estilo directo, la brevedad de los temas, la pureza de intenciones hacen que su obra se lea con verdadero gusto. De sus milagros son famosos, aparte de la bella introducción alegórica, el del devoto ignorante, el del labrador ambicioso y el conocido y divulgado de Teófilo, que vende su alma al diablo. Berceo confiesa que quiere dirigirse a todo el pueblo, como un juglar, y por eso adaptará delicadamente al romance temas que aparecían en obras latinas. Usará también comparaciones o expresiones de tipo popular y de origen eclesiástico. "



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