La otra mano de Lepanto (fragmento)Carmen Boullosa
La otra mano de Lepanto (fragmento)

"Don Juan de Austria da la orden: que no quede piedra sobre piedra de este pueblo, que se riegue sobre los campos una cama de sal para que nadie pueda volver a cautivarlos. Que se haga una hoguera con todos los cuerpos moros, la mayoría mujeres, la mayoría guerreras. Que no quede memoria. Que de ahora en adelante se diga que Galera no existió, ni su mezquita, ni sus tres mil guerreras.
El saqueo se interrumpe porque ha llegado la noche. De vuelta en su campo, los soldados se embriagan, enfebrecidos por su rápida victoria. Las cocinas se afanan, la del bastardo, las del cuerpo del ejército; preparan festivas cazuelas, han sacrificado todas las piezas de ganado que levantaron en el camino a Galera.
¿Qué tanto celebran estos soldados? Sólo en dos días dieron cuenta de la Galera inexpugnable, pero doce mil arcabuceros y cañoneros poco-hombres no se atrevieron a batirse violentamente contra tres mil espadachinas, una decena de francotiradoras y un puño de arrojadoras de piedras. ¿Qué celebran? ¿Las montañas de oro que sueñan hurtarán de los arcones?
Zaida, la pelirroja generala de las derrotadas amazonas, adentro sí los impreca. Fue de las primeras en caer, y sobre ella tres o cuatro cuerpos la han protegido de heridas más mortales. Quedó inmóvil lo que ha durado esa lucha, lo que un relámpago, ¡nada! Luego pasaron horas largas de espera. La sed ardiente le quema los labios, la boca, incluso la lengua, porque ha perdido sangre. Por fin los cristianos se retiran. Cuando escucha el zafarrancho desatado en el campamento cristiano, se mueve. Desde que el primer cuerpo cayó sobre ella, enlazó su mano con la de Susana, la sujetó fuertemente, sintiéndole el anillo. No soltó esa mano ni cuando perdió calor y se volvió fría, luego tiesa. Dejó de apretarla, pero no la soltó, la tiene aún asida y esto le facilita retirar el primero de los cuerpos que la cubre, porque sin mayor esfuerzo extiende el brazo y lo arrastra a un lado. Lo ha hecho sin demasiada dificultad, como digo. "



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