Homenaje a Quevedo (de Lo diverso y lo unitario)Jesús Lizano
Homenaje a Quevedo (de Lo diverso y lo unitario)

"No he de callar por más que con el dedo
-¡ése dedo que apunta y acongoja
y que me tienta y me hurga! ¡ah, carne floja!-
me atenacen la voz como a Quevedo.

Nadie como él nos descifró el enredo:
que la vida era ciega, sorda y coja
y que otra vez del sueño nos arroja:
la voz del culo que llamamos pedo.

¡Ah, chupado, roedor, prensil, taimado,
oler humano, olfatear divino
-érase un hombre a una nariz pegado...-

que dijiste del hombre peregrino
polvo serás mas polvo enamorado
por salvar de la nada su camino. "



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