Dos escritos sobre hermenéutica (fragmento)Wilhelm Dilthey
Dos escritos sobre hermenéutica (fragmento)

"Sobre la base del vivir y del comprenderse uno a sí mismo, y en la constante interacción mutua de ambos, se forma el comprender manifestaciones de la vida y personas ajenas. Tampoco aquí se trata de construcción lógica ni de análisis psicológico, sino de análisis con intenciones epistemológicas. Se trata de fijar para el saber histórico la ganancia de la comprensión de otros.
Lo dado son aquí siempre manifestaciones de vida. Aparecen en el mundo de los sentidos, pero son expresión de algo espiritual; de modo que nos posibilitan su conocimiento. Entiendo aquí por manifestaciones de la vida no sólo las expresiones que mientan o significan algo (o quieren hacerlo), sino también aquellas que, sin tal intención, en tanto que expresión de algo espiritual, lo hacen comprensible para nosotros.
El modo y los logros del comprender varían según las clases de manifestaciones de la vida.
La primera clase la constituyen conceptos, juicios, conformaciones mayores del pensamiento. En tanto que partes componentes de la ciencia, desligadas de la vivencia en la que aparecen, tienen, en su adecuación a la norma lógica, un carácter fundamental común. Reside éste en su mismidad, independientemente del lugar que ocupen en la conexión del pensamiento en la que aparecen. El juicio declara la validez de un contenido de pensamiento independientemente de la alternancia de su aparición, de la diversidad de los tiempos o de las personas. Precisamente aquí reside también el sentido del principio de identidad. Así, el juicio es el mismo en el que lo pronuncia y en el que lo comprende; como transportado, pasa inalterado de la posesión del que lo declara a la posesión del que lo comprende. Esto determina, para cada conexión de pensamiento lógicamente perfecta, el carácter específico de comprender. El comprender está aquí dirigido al mero contenido de pensamiento, éste es igual a sí mismo en cada conexión, y así, el comprender es aquí más perfecto que en la referencia a cada manifestación vital. A la vez, sin embargo, no declara, para el que capta, nada de sus relaciones con el oscuro trasfondo y la plenitud de la vida anímica. No tiene aquí lugar ninguna indicación de las particularidades de la vida de las que ha brotado, y precisamente de su carácter se sigue que no contenga ninguna existencia de retrotraerse a la conexión anímica. "



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