Diario I. Cuba, 1937-1939 (fragmento)Zenobia Camprubí
Diario I. Cuba, 1937-1939 (fragmento)

"Hoy hace veintiún años que nos casamos, estamos de nuevo en este lado del mar, pero tan lejos de casa. Hace siete meses la visión de nuestra vida presente me hubiera parecido un sueño inalcanzable. Este maravilloso cielo claro, este mar de azul intenso, coronado de blanco por las olas y, sobre todo, esta libertad, todo lo que imaginé como “los Campos Elíseos del mundo externo” para siempre inalcanzables, son nuestros. Cuántos millones de personas en España se sentirán ahora como yo me sentí entonces. Y el futuro es ahora para mí tan inescrutable como lo era en aquel entonces el presente.
(...)
Sin lugar a dudas no nací para revolucionaria. Prefiero sacar provecho de las circunstancias existentes mejorándolas en vez de virarlo todo al revés, corriendo el riesgo de que funcione o no el nuevo experimento. El problema es que soy escéptica en cuanto a todos estos rimbombantes programas políticos para redimir a la humanidad. Y, sin embargo, supongo que si no hubiese algunos reformadores tercos para espolearnos no progresaríamos mucho. He estado trabajando todo el día corrigiendo pruebas y me gustaría dejarme hundir holgazanamente en un hueco. No, definitivamente, el mundo no progresaría mucho si tuviera que depender de mí, pero por otra parte no soy un estorbo, por estar muy ocupada con mis propios asuntos.
(...)
El único consuelo de mi visita al banco fue un obrero gordo gallego que me miraba con ojos bondadosos. “Sí”, interrumpió, “eso es lo que estoy tratando de hacer, mandar dinero a Valencia. En cuanto al otro lado...”. “Nunca llega a su destino”, dijimos los dos al mismo tiempo y los dos nos reímos. Los dos le habíamos enviado dinero a nuestras familias en territorio rebelde. J. R. no se sentía suficientemente bien como para aceptar la invitación del alcalde, por telégrafo, al concierto en la Feria del Libro. Me habría gustado que le hablara al alcalde sobre sus planes de traer a diez niños de España. Los niños de las escuelas públicas contribuirán con un centavo para pagar el pasaje... Me devolvieron por correo aéreo desde Puerto Rico una carta mía enviada el pasado noviembre a la familia en Moguer. La carta fue devuelta marcada “Censura de la República Española”, sin los $50 que iban en ella. "



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