Miette et Noré (fragmento)Jean Aicard
Miette et Noré (fragmento)

"Es una vieja historia, tan vieja como el amor. Estad siempre preparadas para una historia de amor. Era una hermosa dama de hermoso semblante.
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Ella estaba arrodillada en la hierba, como un pastor solitario y sobre otros lugares húmedos el ruiseñor entonaba su canto. El pícaro sentía curiosidad y, osadamente, quería verla más de cerca. Miette trató de atrapar al osado, pero éste brincaba como un mono inteligente, volviendo descuidadamente sus negros ojos.
¡Qué ingratitud después de haber cantado al amor! Permanece al borde de un alto cardo, preservando el aire su lamento.
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El fuego celestial pierde su calor, como Judas, su rojiza tonalidad, cuando traicionó en el jardín a Nuestro Señor.
El jabalí conoce diversas artimañas, por ejemplo para resguardarse de los zorros aficionados a las uvas maduras. Para más de uno ha sido un buen consejo. Durante toda la noche de Navidad el fuego brilla alrededor del árbol, hecho de tronco de olivo o roble totalmente conservado. Los más viejos y los más jóvenes de la familia contemplan cómo crepita para siempre la llama divina, sea la vida y la muerte.
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He visto largos senderos que se elevan hacia las colinas. He visto nichos que portan imágenes divinas, recorriendo por las mañanas pequeñas carreteras y atravesando grandes montañas. En un lugar cercano y profundo, puede ser contemplada la Virgen con el Niño, cuyos pies descansan sobre el mundo. "



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