Canción del andén "Nadie vino a esperarme. Yo me encogí de hombros y me eché a andar: Soy un hombre de paso, simplemente; soy simplemente un hombre que llega y que se va. No conozco este pueblo, este pequeño pueblo junto al mar: Hoy, por primera vez, miro estas casas con sus techos de tejas y sus muros de cal. Pero sé que esta calle polvorienta le da vuelta a un parque con bancos de metal, y que frente a ese parque hay una iglesia, y que junto a esa iglesia hay un rosal. Yo conozco el chirrido de una verja oxidada, y, entre tantos portales, reconozco un portal aquel portal con baranda verde, con un horcón rajado a la mitad. Y es que estoy en el pueblo de sus cartas de novia, tu viejo pueblo tristemente igual, aunque yo vine demasiado tarde, y aunque tú ya no estás. " epdlp.com |