Formas de hacer historia (fragmento)Peter Burke
Formas de hacer historia (fragmento)

"La historia de las mujeres ha surgido como terreno definible, principalmente en las dos últimas décadas. A pesar de las enormes diferencias en los recursos invertidos en ella, en su representación institucional y en su posición en el currículum, en el rango otorgado por universidades y asociaciones disciplinarias, parece indiscutible que la historia de las mujeres es una práctica asentada en muchas partes del mundo. Mientras los EE.UU. podrían ser un caso singular, por el grado en que la historia de las mujeres ha alcanzado una presencia visible e influyente en el ámbito académico, hay también una evidencia clara -en artículos y libros, en la identificación con esta línea por parte de historiadoras que pueden encontrarse en conferencias internacionales y en la red informal que transmite las noticias del mundo universitario- de la participación internacional en el movimiento de la historia de las mujeres.
Empleo el término "movimiento" de manera deliberada para distinguir el fenómeno actual de otros intentos anteriores de escribir sobre mujeres del pasado realizados por algunas personas de manera dispersa, para insinuar algo de la cualidad dinámica propia de los intercambios entre historiadoras de las mujeres en el plano internacional e interdisciplinario y para evocar asociaciones con lo político.
La vinculación entre historia de las mujeres y política es a la vez evidente y compleja. En una de las explicaciones convencionales sobre los orígenes de este campo, la política feminista aparece como el punto de arranque. Estas versiones sitúan el origen de dicho campo en la década de 1960, cuando las activistas feministas solicitaron una historia que proporcionara heroínas, pruebas de la actividad de las mujeres, explicaciones de la opresión y móviles para la acción. Según se dice, las feministas del mundo académico respondieron a la demanda de "historia femenina" dirigiendo sus conocimientos especializados hacia un programa de actividades más político; en los primeros tiempos hubo un nexo directo entre político y actividad académica. Posteriormente -en algún momento a mediados de los últimos años de la década de los setenta, continúa dicha explicación- la historia de las mujeres se alejó de la política. Amplió su campo de interrogantes documentando todos los aspectos de la vida de las mujeres en el pasado y adquirió así un impulso propio. La acumulación de monografías y artículos, la formación de debates internacionales y constantes diálogos interpretativos y la aparición de autoridades académicas reconocidas fueron los hitos familiares de un nuevo campo de estudio, legitimado, al parecer, en parte por su mismo distanciamiento de la lucha política. Finalmente (continúa la crónica), la vuelta al género femenino en la década de 1980 supuso una ruptura definitiva con la política, dando así a este campo la posibilidad de centrarse en sí mismo, pues el género es aparentemente un término neutro, desprovisto de propósitos ideológicos inmediatos. La creación de la historia de las mujeres como materia académica implica, según esta explicación, una evolución desde el feminismo a las mujeres, al género; es decir, de la política a la historia especializada, al análisis. "



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