Reparos al proyecto del código penal (fragmento) "Y ¿cómo se prueban por lo común esas segundas intenciones? Los hombres no ven el corazón, sino las obras; y en éstas hay generalmente sobrados estímulos de conocida utilidad para motivarlas, sin apelar á esos misterios de perversión. Rara vez podrá convencerse de ellos al que los niegue, y atribuya su delito á intenciones, más ostensibles y análogas á la humanidad. Pero ¿qué medida, ni valor tienen ante la ley civil esas intenciones, sea lo que fuere de su existencia y conocimiento? Éste es un grande error en la legislación, derivado malamente de una verdad en la moral. Dedicada esta última á regular la conciencia del hombre, entra en su interior, y condena los deseos y propósitos depravados; pero la legislación dirigida á moderar las obras, se limita al exterior del hombre, y sólo condena sus acciones nocivas. Dios ve el corazón y castiga sus extravíos; el legislador sólo ve las obras, y castiga el daño que producen á la sociedad. " epdlp.com |