Teoría e historia de las bellas artes (fragmento)August Wilhelm von Schlegel
Teoría e historia de las bellas artes (fragmento)

"Las columnas se prolongaban hasta perderse de vista, y Herodoto las compara á las palmeras, cuyas hojas se extienden como una cúpula regular. Atheneo observa en sus capiteles una semejanza con los capullos de las rosas á las que se hubiese cortado la extremidad superior. Parécenos más bien que sería la flor de loto con la que tendrían cierta relación. En la grande obra francesa sobre Egipto puede verse qué variedad y simetría reinaban en esos capiteles. El fuste de la columna es variado, y encima reposa inmediatamente un cubo elevado, que, como el ábaco de la columna dórica, forma continuación con el entablamento.
No conocían los egipcios las bóvedas, ni las cubiertas de los techos oblicuos bajo un cielo sin lluvias no necesitaban de ellas. Había en los adornos grande prodigalidad, y no eran de esa sencillez que se observa entre los griegos. Tiene cada columna un capitel distinto; y las columnas, como también los muros, están cargadas de figuras emblemáticas, ya de relieve, ó ya de entalle, dispuestas, sin embargo, de manera que no perjudicasen el efecto de los contornos generales del edificio; porque atendían sobre todo á conciliar la escultura con la arquitectura.
Cuando ha dicho Winkelmann acerca de la escultura de los egipcios es muy notable; en lo que concierne a la arquitectura, no eran sus conocimientos tan precisos. La escultura egipcia dice poco á la vista; no han buscado en ella lo bello ni lo ideal, y no puede negárseles, sin embargo, cierto conocimiento de la anatomía, aunque no la hayan indicado sino ligeramente; lo que sí sabían perfectamente es que la escultura no es más que la representación de las formas, por lo cual abandonaban los accesorios. "



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