La geografía de España del Edrisí (fragmento)Eduardo Saavedra
La geografía de España del Edrisí (fragmento)

"Al reanudar tras largo silencio sobre la geografía arábiga española, he de enlazar mi pluma con cinta negra por la pérdida, ocurrida en este intervalo, del eminente orientalista Reinaldo Dozy, cuyo nombre no puede apartarse un momento de la memoria de quien estudie la civilización de nuestra patria en la Edad Media, ilustrada por él con inapreciables publicaciones, entre las cuales las del texto y traducción de Edrisí ha dado pie á la serie de los presentes artículos.
Antes de continuar el examen crítico de la obra que voy analizando, he de dirigir atrás la vista para rectificar algún descuido, como ya he hecho otras veces. Al terminar la descripción de Andalucía en el artículo III, señaló las dificultades que ocurrían con el nombre del clima de Ferreira, aun cuando no cabía duda acerca de su situación y límites. No había observado hasta entonces que Edrisí no da al clima tal denominación, sino la de [...] según expresa el docto editor en la nota al pié de la página, o tal vez [...] conforme he tenido ocasión de observar en el mismo códice, siendo Dozy quien sustituyó la palabra [...] por serle más conocida y creer por ello que enmendaba una errata, como manifiesta lealmente. Pero lejos de esto, si hubiera dejado la lección genuina, se hubiera evitado la confusión producida por tantas Ferreiras incompatibles, viendo que la palabra indicada, al parecer Fármera o Bármera, está evidentemente por Paramera; y en efecto, ninguna designación conviene mejor para aquel territorio, cuyos extensos llanos, comparados con Verneuil á las estepas de Rusia, producen por toda vegetación esparto, y sólo en las profundas cortaduras surcadas pro los afluentes al Guadiana Menor se cultivan huertas, donde los árboles, según expresión muy oportuna de un distinguido ingeniero de minas, no alzan más sus copas por no mirar la desolación de los campos vecinos. Por otra parte, el nombre así leído cuadra muy bien con la afición Edrisí á designar los climas por sus accidentes físico-geográficos. Debe pues llamarse el clima en cuestión clima de la Paramera. "



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