Historia del reinado de Sancho IV de Castilla (fragmento) "Si los hijos de Blanca de Francia morían sin hijos, pasarían sus estados, con carácter vitalicio, a su madre, y muerta ésta volverían a Castilla. Ahora que si era Sancho IV quien no dejaba herederos legítimos, le sucederían en el trono los de la Cerda o sus descendientes. Como garantía de todo esto, don Sancho debía darles instrumentos públicos con otorgamiento de su hermano don Juan, sus hermanas, los prelados, los nobles y los representantes de las villas y ciudades. Por último, como prueba de absoluta reconciliación, don Alfonso de la Cerda se casaría con la infanta doña Isabel, primogénita de Sancho IV. Los de la Cerda, a su vez, debían renunciar formalmente a sus derechos sobre la corona castellana, e inmediatamente después de salir de su prisión hacer juramento de respetar con fidelidad las cláusulas del tratado. Felipe el Hermoso se comprometía a entregar a don Sancho los títulos que pudieran esgrimir los mencionados infantes para hacer valer sus derechos, obligándose además a socorrerle con doscientos jinetes durante diez años, si era atacado injustamente por sus sobrinos. En cuanto a doña Blanca, se consignó que fuera restituida de sus bienes y viudedad en el término de cuatro años, quedándole vedado cualquier acto hostil contra su cuñado Sancho. Otro aspecto del tratado fue el referente a Aragón; tácitamente se declaraba la hostilidad de don Sancho hacia Alfonso III. A cambio de la tranquilidad que el francés ofrecía respecto a los de la Cerda, Sancho debía ayudarle contra el sucesor de Pedro III, a quien llamaban escuetamente don Alfonso de Aragón. Sancho IV auxiliaría al rey Felipe con mil jinetes durante tres meses cada año, mientras continuase la guerra con Aragón, y permitiría a las tropas francesas el paso por tierras de Castilla con autorización para surtirse de vituallas y caballerías; si Sancho era atacado aisladamente por Alfonso III, sería entonces Felipe quien mandaría el socorro de mil jinetes. Sancho prohibiría a sus súbditos auxiliar al aragonés, y Felipe no recibiría en sus dominios ningún enemigo de su aliado; además, se ofrecía el rey de Francia a procurar del Papa la dispensa del matrimonio de Sancho con María de Molina. " epdlp.com |