Mi amiga Annabel Lee (fragmento)Mary MacLane
Mi amiga Annabel Lee (fragmento)

"Y mi amiga Annabel Lee, aunque ella se sienta con el libro de dos páginas abierto ante ella y parece muy interesada en todo lo que encuentra en su interior, tiene la mirada de alguien que prestaría sin dudarlo ni lamentarlo el libro en el caso de que alguien se lo pidiera, como si recogiera una flor cercana y girara el tallo sobre su dedo pulgar mientras mirara más allá de la ventana.
No se trata de que sienta desprecio tanto por el presente como por el futuro, pero da la impresión de que no depende en absoluto de ese libro de dos páginas.
Pero también se observa un método en su desdén hacia el futuro. Se aviene a considerar que el futuro deviene en presente, como un día que sucede a otro, pero no lo observa con buena fe hasta que de hecho llega a ser presente.
En ocasiones, mi amiga Annabel Lee se sienta a tocar un poco un viejo laúd.
"El futuro" -subraya mi amiga Annabel Lee- es como un laúd sin cuerdas. No se puede tocar durante largo tiempo el laúd si no se dispone de un fino y dulce sentido musical. Puedes sentarte y contemplar estúpidamente el instrumento, pensando en lo feliz que te hará la música que suene algún día, toda vez que el laúd sea encordado con sus respectivas cuerdas -lo mejor sería que en ese instante salieras al jardín y te dispusieras a llevar rápidamente unos tomates al mercado. Y perdida en la ensoñación del laúd sin cuerdas, presionas en demasía las mismas, de modo que al final ya no podrá desprender ninguna melodía. Se atascará en una posición fija y cuando tu otra mano trate de asir las cuerdas habrá una terrible discordancia. "



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