Mesa del silencio "Nos sentamos a la mesa del silencio, al aire de los chopos y los arces del parque interminable de hojas muertas. Implacable y amoroso callaba el caudal inmóvil de blancos cantos. La piedra ingrávida, paréntesis al tiempo y altar de la profunda soledad del alma humana. El blanco lecho vacío de las venas era blanco como aquel blanco cauce donde el río no corre. Nos sentamos y allí nos quedamos para siempre, en la mesa del silencio. Allí, donde tiempo más tiempo más tiempo no es nunca igual a tiempo. " epdlp.com |