Frederic Llorca


 España | 1920-1999




1962 | 42 años
Iglesia dels Àngels
Tortosa | España


1966 | 46 años
Mare de Déu de l'Oliva
Bítem | España


1970 | 50 años
Iglesia dels Dolors
Tortosa | España


1974 | 54 años
Iglesia del Sagrat Cor
Amposta | España


Biografía:
  Arquitecto municipal y diocesano que durante los años 60 del siglo XX, dejó una fuerte huella en muchas poblaciones de las Terres de l'Ebre, en particular en Tortosa. A finales de la década de los 50 la docena de arquitectos que desde 1940 habían trabajado en la Oficina de Regiones Devastadas ya se habían ido. También hacía poco que se había jubilado Agustin Bartlett, arquitecto municipal durante muchos años. Había solo tres arquitectos, todos ellos ejerciendo la profesión liberal, Francisco Ubach, José María Franquet y el más joven, Federico Llorca Mestre. Lorca era conocido por su trabajo sobre el urbanismo premiado en los Juegos Florales de septiembre de 1959 que tendría un carácter trascendente. Era un completo y riguroso estudio sobre el diseño de una Tortosa futura. Por cierto, el trabajo de Lorca incluía dos propuestas de remodelación del casco antiguo, una el derribo de las casas de enfrente de la catedral, que tanta polémica levantaría muchos años después, y la otra, el derribo de las casas de la bajada del puente para configurar una gran plaza que no llegó a realizarse porque algunos propietarios eran suficientemente poderosos para impedirlo. Al llegar un nuevo alcalde al ayuntamiento de Tortosa en 1960, éste fichó a Federic Llorca, que entonces tenía 40 años, como arquitecto municipal para elaborar el Plan general de Tortosa-Roquetes de 1964. Lorca con un destacado equipo de urbanistas desplegaron un trabajo exageradamente expansionista dentro del contexto “desarrollista” de aquellos años y los sueños de industrialización para Tortosa, que preveía ensancharse hasta unirse con las localidades de Roquetes y Jesús para llegar a los cien mil habitantes en medio siglo. Todo ello se demostró irreal al poco tiempo. También era futurista la Urbanización Riomar, que debía ser una suerte de Ciudad de Vacaciones y se quedó en lo que es la actualidad. En cambio, en Cap Roig quiso realizar una urbanización de calidad con baja densidad y estricta limitación de alturas. En parte salió adelante, aunque cuando él ya no lo controlaba construyeron el Hotel y los bloques del Incasol. Frederic Llorca era un personaje singular, enamorado de Tortosa y trabajador incansable que cada semana hacía cerca de mil kilómetros de carretera desde el L’Estartit, en la Costa Brava, donde llevaba obras y Benicarló, pasando por los despachos de Amposta, Barcelona y Tortosa. Estimaba la profesión de arquitecto especialmente por su vocación tecnológica y científica. Quizá sus obras más significativas sean sus iglesias, aunque lo más interesante fue su plan de escuelas que supuso la construcción, con poco dinero, de dotaciones escolares, para sustituir la precariedad de las instalaciones anteriores, especialmente en los pueblos del Delta, donde las aulas estaban en naves agrícolas y almacenes sin las más mínimas condiciones de higiene y habitabilidad. Se construyeron un total de catorce escuelas, todas a partir de un mismo proyecto que destacaba por su sencillez, economía, funcionalidad y luminosidad. Está claro que algunos lo criticaron diciendo que parecían granjas pero sin tener en cuenta la urgencia social, la precaria situación anterior y la falta de recursos.  © Josep Bayerri



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