1966 | 41 años Harper, investigador privado Harper D: Jack Smight M: Johnny Mandel |
1969 | 44 años Hombre Ilustrado, El Illustrated Man, The D: Jack Smight M: Jerry Goldsmith |
1970 | 45 años Traveling Executioner, The Traveling Executioner, The D: Jack Smight M: Jerry Goldsmith |
1975 | 50 años Aeropuerto 75 Airport 1975 D: Jack Smight M: John Cacavas |
1976 | 51 años Batalla de Midway, La Midway D: Jack Smight M: John Williams |
1977 | 52 años Callejón mortal Damnation Alley D: Jack Smight M: Jerry Goldsmith |
1979 | 54 años Canasta de sueños Fast Break D: Jack Smight M: David Shire |
1980 | 55 años Cambio de esposas Loving couples D: Jack Smight M: Fred Karlin |
Otros Films: 1964 GUAPA, RICA Y CASADERA 1965 EL TERCER DIA 1966 MAGNIFICO BRIBON 1967 ASI NO SE TRATA A UNA DAMA 1968 LA ESTRATEGIA DEL TERROR 1968 COMANDO SECRETO 1970 RABBIT, RUN 1973 FRANKENSTEIN: THE TRUE STORY 1987 NUMBER ONE WITH A BULLET 1989 INTIMATE POWER Biografía: Productor, actor y director de cine estadounidense nacido en Minneapolis, Minnessota. Abordó distintos géneros pero generalmente con el denominador común de un tono burlesco, desmitificador y en ocasiones paródico. Debutó como director con Rica, guapa y casadera (1964), plenamente representativas de la Universal liderada por Ross Hunter que ofrecían unos notables ingresos en taquilla, para posteriormente decantarse por una línea más personal a raíz de su segundo largometraje, El tercer día (1965). Más tarde la productora Warner Bros le ofrecería la dirección de Harper, investigador privado (1966), que, en cierto sentido, se posicionaba como un título precursor dentro de la oleada revisionista que conocería el género negro, sobre todo en los años setenta. El guion de William Goldman ofrecía un retrato más humanizado del personaje del detective Lew Harper (Paul Newman) del que se podía desprender de la lectura del relato de Ross McDonald que había servido de base argumental, aunque intentara preservar las claves del género con la adecuación de un notable muestrario de secundarios que funcionan a modo de arquetipos. Nuevamente con la participación de William Goldman, Smight se desplazaría a Nueva York para recrear Así no se trata a una dama (1967), un film que seguía preservando un planteamiento de intriga o de misterio como algunos de sus anteriores e inmediatos films, pero deslizándose hacia un terreno más dramático. No obstante, en apenas un lustro Jack Smight dilapidó el crédito que le había proporcionado estos éxitos puntuales al involucrarse en proyectos de contenidos abstractos, casi en clave existencial, Rabbit, Run (1970) y El hombre ilustrado (1969), que verían minimizado su efecto en taquilla por una prácticamente nula difusión fuera de los Estados Unidos. Su comeback televisivo al frente de series que se hicieron tan populares como Madigan, Banacek o McCloud, amén de films para televisión como un remake de Perdición (1944) o The Screaming Woman (1973), segunda incursión en el universo de Ray Bradbury tras su experiencia con El hombre ilustrado, eran asumidos en función de los estrepitosos fracasos de sus últimos films de los años sesenta. El realizador de Minneapolis había entendido que su pervivencia en el medio cinematográfico pasaba por amoldarse a géneros o subgéneros que garantizasen unos fuertes ingresos en taquilla, como el catastrofista (Aeropuerto 75) o la ficción en su derivación de crónica apocalíptica/post-nuclear (Callejón infernal). Inscrita dentro de una significativa relación de films que abordan un hipotético fin de la humanidad, El último hombre... vivo (1971), Cuando el destino nos alcance (1973), Nueva York: año 2012 (1975), la traslación a la gran pantalla de la novela de Roger Zelazny adoptaría un carácter premonitorio en la carrera de Jack Smight, ya que a partir de entonces parecía consumarse su desaparición del primer plano cinematográfico norteamericano. Ni siquiera la adecuación de Cambio de esposas (1982) a una corriente de títulos deudores del estilo impuesto por Neil Simon respecto a las comedias con vocación vodevilesca, valdría para rescatar del olvido a Jack Smight, un director que había conocido un prestigio cinematográfico efímero en contraste con su largo periplo televisivo establecido en dos etapas bien diferenciadas. No obstante, en ambos medios Jack Smight mostró su fascinación por los desórdenes mentales y físicos que se registran al adoptar un modo de vida como el norteamericano. © C.A. |