1972 | 34 años Caliente Heat D: Paul Morrissey M: John Cale |
1973 | 35 años Carne para Frankenstein Flesh for Frankenstein D: Paul Morrissey M: Claudio Gizzi |
1974 | 36 años Sangre para Drácula Blood For Dracula D: Paul Morrissey M: Claudio Gizzi |
Otros Films: 1966 CHELSEA GIRLS 1967 YO, UN HOMBRE 1968 SAN DIEGO SURF 1968 LOS AMORES DE ONDINA 1968 FLESH 1970 TRASH 1971 I MISS SONIA HENIE 1971 WOMEN IN REVOLT 1973 EL AMOR 1978 EL SABUESO DE LOS BASKERVILLE 1981 MADAME WANG'S 1982 FORTY DEUCE 1985 THE ARMCHAIR HACKER 1985 SANGRE Y SALSA 1985 BEETHOVEN 1988 SPIKE OF BENSONHURST 2010 NEWS FROM NOWHERE Biografía: Director de cine estadounidense nacido en Nueva York. Su solo nombre encarna casi como ningún otro la marginalidad cinematográfica en estado puro. Durante alrededor de una década fue el brazo derecho de Andy Warhol en el terreno cinematográfico. Pasó a ocuparse de la rama fílmica de la famosa Factoría de Warhol a mediados de los 60. Fue Morrissey quien pergeñó la idea de que esa fábrica artística tuviera su propio grupo de rock’n roll, descubrió para tal efecto a los Velvet Underground (y los administró durante un tiempo), ayudó y aconsejó al platinado gurú del arte pop en algunas de sus realizaciones cinematográficas, y finalmente pasó a dirigir todas las películas por él producidas, desde fines de los años sesenta hasta mediados de la década siguiente. La obra de Morrisey conoce dos ciclos esenciales. El primero se remonta a los años-Warhol, se inicia en 1968 con Flesh, continúa dos años más tarde con Trash y se cierra en 1972 con Heat. A esa trilogía le sucede otra, con Morrissey ya fuera de la Factoría y filmando en Europa, con producción de Carlo Ponti, una serie de películas de terror que están a medio camino entre lo paródico, lo berreta y lo ultragráfico. Se trata de Carne para Frankenstein (1973), Sangre para Drácula (1974) y El sabueso de los Baskerville (1978). Luego, su carrera se hace discontinua y errática, con una última película filmada a final de los ochenta y un anuncio de regreso, amparado por el Dogma danés, que por el momento no se concretó. Como las películas de Warhol, las de Morrissey parecerían pertenecer a un planeta enteramente distinto del que habitualmente se conoce como “cine”. Están filmadas con dos dólares, tienen un aspecto deliberadamente tosco, no rechazan ciertas “fallas” propias del cine amateur (algunas miradas a cámara, eventuales distracciones o cierta desorientación por parte de los actores) y cuentan con elencos heterodoxos que reaparecen de película en película, dando la sensación de que se trata más de una banda de cómplices que de actores propiamente dichos. Si un rostro, y sobre todo un cuerpo se repite, es el de Joe Dallessandro, uno de los iconos más firmes de la cultura gay de los 60 y 70. En Flesh, Dallessandro hace de Joey, taxi boy que sale a buscar 200 dólares para pagar el aborto a la novia de su mujer. En Carne para Frankenstein es la criatura misma, creada por el barón para procurarle algo de satisfacción a su necesitada esposa. En el mundo Morrissey, las formas alternativas de sexualidad están totalmente naturalizadas, y al mismo tiempo disueltas en una cotidianidad en la que cualquier intercambio parece posible. © Horacio Bernades |