Joan Mañé i Flaquer

España | 1823-1901

Periodista y escritor español nacido en Torredembarra, Tarragona. Hijo de un comerciante en grano de ideas liberales, fue miembro de la milicia nacional de Tarragona. A los 20 años se trasladó a Barcelona, donde colaboró en la revista El Genio, defensora del romanticismo liberal, y en la satírica El Ángel Exterminador, promovidas por Víctor Balaguer, con el que colaboró en Pensil del bello sexo (1845). También colaboró con otras cabeceras, y también dirigió La Lira Española. Después de una rápida evolución hacia el conservadurismo, escribió en La Discusión (1847) de Pau Piferrer, a quien sustituyó como profesor de retórica en el Instituto de Barcelona y en el Colegio Barcelonés, que dirigió un tiempo, y como crítico del Diario de Barcelona. Allí hizo reseñas de obras teatrales, clásicas y actuales, y de otras obras literarias, de exposiciones de arte y de estudios filosóficos o históricos recientes, retratos literarios, relatos de viajes, artículos sobre la crítica literaria, bellas artes y aspectos del romanticismo y artículos. En 1849 obtuvo el grado de bachiller en Filosofía e hizo un curso de Ciencias (1849-50), pero al año siguiente renunció el puesto de regente de retórica que había obtenido en 1847. Ejerció una gran influencia sobre el editor y periodista Antoni Brusi y Ferrer, a quien aconsejó convertirlo en su gresista, en 1854, con independencia de criterio ante el poder central e incorporando colaboradores con capacidad de crear opinión en la sociedad burguesa catalana. Cercano al ideario de la Unión Liberal, fue a Madrid para dirigir el diario La Época (1863), pero volvió pronto a Barcelona, donde fue nombrado director del Brusi en julio de 1865 y permaneció toda su vida al frente de la publicación. A partir de entonces sus artículos mostraron una moderada oposición descentralizadora, causa por la que fue perseguido y sancionado, ya una posición difícil, por otra parte, ante el integrismo carlista, desde donde se le llegó a tachar, grotescamente, de volteriano, y de las nuevas corrientes del pensamiento político catalán. En el campo literario se tradujo en un rechazo contundente de las nuevas corrientes realistas y del naturalismo, formulado en el prólogo de la traducción castellana de Nora (1884), de la baronesa de Brackel, que provocó una polémica. Publicó artículos de carácter catalanista en Le Messaguer du Midi y en el diario madrileño El Criterio. Sin embargo, quedó superado por las nuevas corrientes del pensamiento político catalán y se convirtió en el representante del conservadurismo más cerrado. Puede considerarse un típico exponente del pensamiento de la burguesía catalana de su tiempo; Joan Maragall, que fue secretario suyo, le presentó como liberal ante los carlistas y como moderado ante los progresistas. Sus obras más importantes son La revolución de 1868 juzgada por sus autoras (1876), La paz y los fueros (1876) y El oasis: viaje al país de los fueros (1876-80). Sobre el año 1867, publicó dos novelas, Las tribulaciones de un boticario y El otoño y la primavera de la vida. Su esposa, Amalia Fenollosa (1825-1869), es autora de poesías y novelas y de la obra Recuerdos históricos de Almazora (1857). © E.C.

Textos:

El regionalismo (fragmento)