1896 | 23 años Vendedor de naranjas Óleo sobre tela. Colección Buxeres. Barcelona 202 x 185 cm. |
1908 | 35 años Camino de la Cueva Óleo sobre lienzo. Abadía de Montserrat. Barcelona 134.5 x 117 cm. |
1931 | 58 años Los santos obradores Óleo sobre lienzo. Abadía de Montserrat. Barcelona 130 x 120 cm. |
1938 | 65 años El mercat de Vilanova Óleo sobre tela. Colección Torrellas. Barcelona 120 x 185 cm. |
Biografía: Influido por el paisajismo de la escuela olotense, cursó estudios oficiales en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona Llotja pero su carácter independiente e impulsivo lo llevó a convertirse en autodidacta. Formó parte de La Colla del Safrà o de Sant Martí (de Provençals), un grupo de jóvenes artistas que se constituyó hacia el año 1893 y que estaba integrado por Isidre Nonell, Ricard Canals, Ramon Pichot, Juli Vallmitjana y Adrià Gual, la característica principal de los cuales era la coloración de tonos rojizos de sus pinturas. A principios de siglo, fue a Mallorca en compañía de Santiago Rusiñol, donde descubrió la luz mediterránea y el insólito y salvaje paisaje del Torrent de Pareis y decidió instalarse en la pequeña aldea Sa Calobra. Pocos años más tarde, se trasladó al Camp de Tarragona (Reus) por motivos de salud, donde pintó paisajes de L'Aleixar y de Maspujols. En 1913, esta vez por razones familiares, se estableció en Mollet del Vallès y, seis años más tarde, cambió su residencia a Caldes de Montbuí hasta que, en 1921, se casó y se instaló definitivamente en Vilanova i la Geltrú. Mir fue siempre un pintor esencialmente autóctono y, a diferencia de la mayoría de sus contemporáneos, no viajó a París para completar su formación. Su arte evolucionó a lo largo de los años, desde el naturalismo luminoso y testimonial de La Colla del Safrà hasta un estilo personal, basado en una visión libre e intuitiva del paisaje con la utilización de manchas y masas de color que rozaban la abstracción. Este estilo situó a Joaquim Mir al frente del postmodernismo pictórico catalán. Su obra es una total exaltación del paisaje, vehemente y apasionada, y siempre se manifestó, en las evoluciones que siguió en las distintas épocas de la trayectoria del artista, con una gran creatividad y original ejecución, con colorido sorprendente y magistral desenvoltura y espontaneidad. Sus pinturas, presentes en un gran número de museos nacionales y extranjeros, dan muestra de la gloria de este pintor catalán, uno de los más relevantes del siglo XX. © epdlp |