1907 | 23 años Maude Abrantes Óleo sobre lienzo. Reuben and Edith Hecht Museum. Haifa 81 x 54 cm. |
1912 | 28 años Cabeza Piedra calcárea. Colección particular 65 cm. |
1916 | 32 años Chaim Soutine Óleo sobre lienzo. National Gallery of Art. Washington 92 x 60 cm. |
1916 | 32 años Desnudo femenino sentado Óleo sobre lienzo. Courtauld Institute Galleries. Londres 92.4 x 59.8 cm. |
1917 | 33 años Jeanne Hébuterne Lápiz sobre papel. Colección particular |
1917 | 33 años Elena Pavlowski Óleo sobre lienzo. Colección Phillips. Washington 64.8 x 48.9 cm. |
1918 | 34 años Hombre con pipa Óleo sobre lienzo. Colección particular 92 x 60 cm. |
1918 | 34 años Joven muchacha Óleo sobre lienzo. Museo Picasso. París 92 x 60 cm. |
1918 | 34 años Muchacho campesino Óleo sobre lienzo. Tate Gallery. Londres 100 x 64.5 cm. |
1919 | 35 años Autorretrato Óleo sobre lienzo. Museu de Arte Contemporanea da Universidade. Sao Paulo 100 x 64.5 cm. |
1919 | 35 años Mujer sentada con un niño Óleo sobre lienzo. Musée d'Art Moderne. Villeneuve 130 x 81 cm. |
1919 | 35 años Reclining Nude Óleo sobre lienzo. MoMA. Nueva York 72.4 x 116.5 cm. |
Biografía: Pintor y escultor italiano, destacó por la elegancia y simplicidad de sus retratos y desnudos femeninos. Nació en Livorno, creció en el barrio judío y tuvo tuberculosis siendo aún un niño. Estudió arte en Florencia y en 1906 se trasladó a París, donde entabló contacto con Pablo Picasso, Jean Cocteau y otros vanguardistas de la época. En París Modigliani llevó una vida frívola, temeraria, que poco a poco le fue mermando la salud. Su talento como artista, sin embargo, nunca fue puesto en duda por sus compañeros. Recibió la influencia del fauvismo y poco después también la de su amigo el escultor rumano Constantin Brancusi. Las primeras obras de Modigliani son esculturas inspiradas en las máscaras africanas, aunque realizó también algún que otro cuadro. Las pinturas de Modigliani, suaves y delicadas, se caracterizan por su simplificación, sus líneas sinuosas, las formas planas y las proporciones alargadas. La mayor parte de su obra la integran retratos y estudios de la figura humana, caracterizados por los rostros ovalados que tan popular le hicieron. Los retratos, aunque de gran simplicidad en los contornos, revelan un considerable discernimiento psicológico y un curioso sentido del patetismo. Alcanzó, en su mejor obra, una mezcla del dinamismo de la escultura africana y la gracia y refinamiento del estilo renacentista de Botticelli. © M.E. |