![]() 1852 | 35 años Capricho alegórico: la avaricia Óleo sobre lienzo. Museo Lázaro Galdiano. Madrid 51.5 x 37.5 cm. | ![]() 1855 | 38 años La defensa de Zaragoza Óleo sobre lienzo. Wallraf-Richartz-Museum. Colonia 73 x 106 cm. |
![]() 1856 | 39 años La diligencia bajo la tormenta Óleo sobre lienzo. Musée Goya. Castres 49 x 63 cm. | ![]() 1860 | 43 años Carnaval Óleo sobre lienzo. Colección particular 39.9 x 39 cm. |
Biografía: Pintor español nacido en Alcalá de Henares. Fue padre del también pintor Eugenio Lucas Villaamil, razón por la que en los manuales se les suele distinguir con los castizos sobrenombres de "el Viejo" y "el Mozo". Parece que no llegó a recibir formación académica reglada, sus maestros fueron, directamente, los cuadros del Museo del Prado, a través de los cuales se asimila a la tradición de la pintura española, especialmente a la obra de Velázquez y, de forma muy especial, a la de Goya. En 1850 colaboró con Henri Philastre en la pintura del techo del Teatro Real de Madrid, frescos que se perdieron en las sucesivas reformas del edificio. Quedan de ellas dos bocetos, hoy en la embajada española en Washington. Mantuvo cierta relación con Palacio, tal y como lo prueban los cuadros dedicados al rey consorte y al príncipe Adalberto de Baviera, así como su designación para la pintura del techo del Real. Con todo, en 1856, formó parte de la Milicia Nacional. De sus casi quinientas obras, sólo noventa y cinco están firmadas, lo que ha dado numerosos problemas de atribución, sobre todo en cuadros que se habían ahijado por tradición al pincel de Goya. Cierto que la huella de Goya es palpable en la obra de Eugenio Lucas, pero no parece que haya sido la intención de éste plagiarle. Pintor de la llamada veta brava, pinta de memoria y sin apenas bocetos a partir de su propia fantasía. Su pintura se caracteriza por un profundo desinterés hacia la realidad, que reconstruye o toma de otras obras. Frente a esta variedad, llama la atención la escasez de sus retratos, que tampoco se encuentran entre lo mejor de su producción, salvo su excelente Autorretrato. La obra de Lucas se caracteriza por el predominio del color sobre el dibujo y por la poderosa imaginación con la que plasma escenas y paisajes. Considerado como el más romántico y castizo de los pintores españoles del siglo XIX, se le ha censurado la influencia de Goya hasta el extremo de presentarlo como un genio malogrado por su excesiva dependencia del estilo goyesco. © G.F.S.E. |