Saga de Egil Skallagrimssom (fragmento)Snorri Sturluson
Saga de Egil Skallagrimssom (fragmento)

"El rey mandó curar a los que seguían con vida y hacer honras fúnebres para los muertos, en la forma en que era entonces costumbre. Thórólf y Bárd estaban heridos; las heridas de Thórólf sanaron, pero las de Bárd eran mortales. Hizo que llamaran al rey a su lado, y le dijo:
«Si muero por causa de estas heridas, quiero rogaros que me permitáis disponer de mi herencia.»
Y cuando el rey aceptó, dijo:
«Quiero que mi herencia vaya a manos de Thórólf, mi compañero y pariente, tanto tierras como riquezas; quiero encomendarle también mi esposa y mi hijo para que lo críe, pues confío en él como en el mejor de los hombres.»
Dijo estas palabras al rey para que tuvieran valor legal.
Muere entonces Bárd, y se celebraron grandes funerales, y hubo gran duelo por su muerte. Thórólf curó de sus heridas y estuvo con el rey ese verano, gozando de magnífica reputación. En otoño, el rey se fue a Trondheim; allí, Thórólf le pidió permiso para ir a Halogaland para recoger las riquezas que su pariente Bárd le había legado el verano anterior. El rey le autoriza, y mandó mensajes y avisos haciendo saber que Thórólf es el dueño de todo lo que Bárd le había dado; dice que esos regalos se hicieron con el permiso del rey, y que quiere que así suceda.
El rey nombra a Thórólf barón, y le otorga todos los derechos que antes había disfrutado Bárd, le concede el derecho de comerciar en Laponia, en idénticas condiciones a las de Bárd; el rey le dio a Thórólf una nave larga, magnífica, con todo su aparejo, y mandó prepararlo para viajar a donde quisiera. Thórólf se marchó entonces, separándose del rey con gran amistad.
Cuando Thórólf llegó a Torgar le recibieron muy bien; contó entonces la muerte de Bárd, añadiendo que Bárd le había dejado sus tierras y sus riquezas, y también su esposa; mostró los mensajes y los testimonios del rey. Cuando Sigríd oyó estas nuevas lamentó mucho la muerte de su esposo; le conocía bien y sabía que era un hombre magnífico, y el matrimonio había ido bien; pero como era una orden del rey aceptó, y también lo hicieron sus amigos, se casaría con Thórólf si sus padres no se oponían. Thórólf quedó al frente de todo, y se ocupó del gobierno de la región en nombre del rey.
Thórólf se fue de su casa en una nave larga, con casi sesenta hombres, en cuanto estuvo dispuesto, y fue hacia el norte costeando; llegó a Álóst, en Sandness, un atardecer; amarraron el barco en puerto y después de montar las tiendas, en cuanto estuvieron listos, Thórólf fue a la casa con veinte hombres. Sigurd le dio la bienvenida y le invitó a quedarse con él, pues se conocían ya de antes, del tiempo en que Sigurd y Bárd se emparentaron por matrimonio; después, Thórólf fue a la sala, y allí hicieron una fiesta.
Sigurd empezó a charlar con Thórólf, y le pidió noticias; Thórólf le contó la batalla que habían librado en el sur del país, la muerte de mucha gente, a muchos de los cuales Sigurd los conocía. Thórólf dijo que Bárd, su yerno, había muerto de las heridas que recibió en la batalla; ambos lamentaban tan gran pérdida. "



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