El método Grönholm (fragmento)Jordi Galcerán
El método Grönholm (fragmento)

"CARLOS: ¿La historia esta, esto de tu mujer y la separación es verdad o no?
ENRIQUE: Sí.
CARLOS: ¿Es lo que te ha pasado en la empresa esta de alimentación dónde trabajas?
ENRIQUE: Sí.
MARCELO: ¿Y ellos que han hecho, te han echado?
ENRIQUE: Me han dado vacaciones. Y yo las estoy aprovechando.
FERNANDO: ¿Y lo de la mujer del chat, también te ha pasado?
ENRIQUE: Sí y no. Era una mujer que sólo quería dinero. Se los digo en serio, estoy alucinando con el sistema de selección que estamos siguiendo. Lo encuentro genial. Felicidades a quienes se tengan que quedar.
FERNANDO: Además de chupa medias pelotudo.
ENRIQUE: ¿Qué dices?
FERNANDO: Nada, nada.
CARLOS: Ahora se volverá a abrir la puertecita, supongo.
ENRIQUE: O no.
FERNANDO: Bueno, pero, ¿cómo sigue esto? Yo, con todo el respeto, creo que estos sistemas son... pero bien, ya que estamos aquí...
ENRIQUE: Eh, que te están escuchando.
FERNANDO: Mejor, haré lo que me pidan, pero esto no quiere decir que me guste. Si son realmente buenos, valorarán mi sinceridad, los psicólogos estos son..., y los que trabajan para empresas, aún más. Encerrados en su despacho sin nada más que hacer que meterse en las vidas de los empleados. Revolviendo siempre revolviendo... Y si uno tiene la desgracia de tener un mal día... por el motivo que sea, comienzan a meterse con vos, intentando que no caigas en una depresión que podría afectar a tu rendimiento laboral y continúan revolviendo hasta que consiguen que saques todo lo que llevabas dentro y cuando lo sacas, los muy hijos de puta te lo ponen delante de las narices y ves que sólo sos una mierda y entonces sí que te agarra la depresión de verdad y ellos contentos porque ya intuían que estabas a punto de caer en una depresión. ¿Es esto lo que hacen, no?
ENRIQUE: ¿Y yo qué sé? ¿Qué te pasa conmigo?
FERNANDO: A mí, nada. Pero como pareces tan bien informado…
ENRIQUE: Vos debes haber tenido alguna mala experiencia con psicólogos.
FERNANDO: ¿Alguien ha tenido alguna buena?
CARLOS: Estás nervioso, porque has perdido en las dos pruebas.
FERNANDO: No sé quién ha perdido. Al final tomarán a éste y ustedes dos quedarán con cara de idiota.
ENRIQUE: ¿A mí? ¿No decís que soy de la empresa, yo?
FERNANDO: Mira, yo ya no digo nada más. (La puertecita se abre.)
MARCELO: Eh. (Enrique se acerca a mirar.)
ENRIQUE: (Sin dar crédito) No lo van a creer. (Saca cuatro sombreros. Una montera de torero, uno de payaso, uno de copa y una mitra de obispo. Enrique saca un sobre del buzón. Lo lee.) “Pónganse un sombrero cada uno, luego abran el sobre”
FERNANDO: ¿Tenemos que ponernos estos sombreros?
ENRIQUE: A mí no me mires.
FERNANDO: Por favor...
CARLOS: ¿Pero, para qué?
ENRIQUE: Esto es lo que debe explicar el sobre, pero primero nos los tenemos que poner.
MARCELO: ¿Cualquiera?
ENRIQUE: Eso parece.
FERNANDO: Surrealista. Lo encuentro surrealista.
ENRIQUE: Bien... No lo pensemos más. (Enrique coge el sombrero de copa alta y se lo pone. Mercedes coge el de payaso. Carlos el de torero. A Fernando le queda el de obispo. Sin mucho entusiasmo, lo coge y se lo pone. Se miran, cada uno con su sombrero puesto.)
FERNANDO: Les pido un favor. Si algún día nos encontramos fuera de aquí, hagamos como si esto no hubiera ocurrido nunca.
ENRIQUE: Leo. (Enrique abre el sobre y lee) Ah, muy bueno. Yo ya he jugado a esto.
FERNANDO: Ah no…, por favor.
ENRIQUE: “Ustedes son los únicos ocupantes de un avión en llamas a punto de estrellarse. Un payaso, un torero, un obispo y un político. Sólo tienen un paracaídas. Tienen que defender delante de sus compañeros por qué su personaje es el que merece utilizar el paracaídas y salvarse”. Es muy bueno. Yo jugué a esto en una convención.
CARLOS: Parece uno de esos chistes de un francés, un alemán y un español...
FERNANDO: Hay una cosa en la mecánica que no entiendo. Si nosotros somos los únicos ocupantes del avión, lo que me gustaría saber es quién estaba pilotando. Supongo que era el payaso que esta boludeando y por eso estamos a punto de hacernos mierda.
MARCELO: (No le ha hecho gracia) Ha, ha.
ENRIQUE: Lo que tenemos que hacer es discutir quien merece vivir. Quién es más importante para el mundo.
CARLOS: y a mí me tocó, el torero.
FERNANDO: No quiero joderles el jueguito, pero reflexionemos un instante. Estamos optando a un cargo ejecutivo en una de las mayores empresas del mundo. Mírense, por favor.
ENRIQUE: ¿Qué pasa?
FERNANDO: No, nada. Debe ser problema mío. Sigamos. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com