La llave (fragmento)Junichiro Tanizaki
La llave (fragmento)

"Hoy Kimura vino hacia las cuatro y media y nos trajo unas huevas de mújol que le habían enviado sus padres desde su ciudad natal. Después de charlar con Toshiko e Ikuko durante una hora más o menos, Kimura se levantó para marcharse. En ese momento yo bajé de mi estudio y le pedí que se quedara a cenar. Él aceptó enseguida, diciendo que estaría encantado, y se puso cómodo. Volví arriba, mientras Toshiko preparaba la cena. Mi mujer permaneció en la sala de estar con él.
No teníamos nada especial que ofrecerle, excepto las huevas que él mismo había traído y un poco de sushi de carpa que Ikuko compró ayer en el mercado de Nishiki, por lo que empezamos a tomar coñac y a picar esas cosas. A Ikuko no le gustan los dulces, sino lo que suele agradar a los bebedores, y en especial el sushi de carpa, mientras que a mí me gusta tanto lo dulce como lo salado, aunque el sushi de carpa no me hace mucha gracia. En casa sólo lo come mi mujer. También a Kimura, que es de Nagasaki, le gustan las huevas de mújol, pero no el sushi de carpa.
Hasta hoy Kimura nunca nos había hecho un regalo, y con ese gesto parece haber buscado que le invitáramos a cenar. Me pregunto qué se propone. ¿Cuál de ellas le atrae, Ikuko o Toshiko? Si yo estuviera en su lugar y hubiera de decir cuál de las dos me parece más atractiva, no tengo la menor duda de que, a pesar de su edad, elegiría a la madre. Pero no sé qué pensará Kimura. Tal vez su verdadero propósito sea ganarse la voluntad de Toshiko. Puesto que ella no parece nada entusiasmada, puede que esté tratando de mejorar sus posibilidades congraciándose con Ikuko...
Pero ¿qué es lo que yo pretendo, ya que estoy en ello? ¿Por qué he invitado de nuevo a Kimura a cenar esta noche? Debo admitir que mi propia actitud ha sido bastante extraña. Hace cosa de una semana, el día 7 por la noche, ya estaba un poco celoso... tal vez más que un poco... de Kimura. (Creo que este sentimiento se inició hacia finales de año.) Sin embargo, ¿no es cierto que he gozado de ello en secreto? Tales sentimientos siempre me han proporcionado un estímulo erótico y, en cierto sentido, son tan necesarios como agradables para mí. Esa noche, estimulado por los celos, logré satisfacer a Ikuko. Me doy cuenta de que Kimura está resultando indispensable en nuestra vida sexual. No obstante, quisiera advertirla, aunque no tenga ninguna necesidad de hacerlo, de que no vaya demasiado lejos con él. No es que no deba existir un factor de riesgo; y, en realidad, cuanto mayor sea el peligro, tanto mejor. Quiero que ella me vuelva loco de celos. Deseo que me haga sospechar que ha ido demasiado lejos. Quiero que haga eso.
De todos modos, ella debe darse cuenta de que lo que le pido, por difícil y escandaloso que pueda parecer, redundará en beneficio de su propia felicidad. "



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