Años Luz (fragmento)James Salter
Años Luz (fragmento)

"Fue un día soleado y frío, el día en que, seis años antes, sus padres habían muerto. Estaba sentado ante su escritorio. Los dos delineantes estaban trabajando frente a sus tableros. En la habitación reinaba el silencio, y eso disparó sus pensamientos; de repente había calma. Su padre y su madre yacían bajo tierra, parda como las reliquias de santos, las ropas del entierro se estaban pudriendo. Tenía treinta y dos años y estaba solo en el mundo. Sueños y trabajo.
¿He dicho que era un hombre de talento menor? Había nacido después de una guerra y antes de otra, en 1928, de hecho, un año de crisis, un año en la senda del siglo. Había nacido sin tener en cuenta la época, como todo el mundo; el hospital ya no existe, el médico se ha jubilado, se ha trasladado al sur.
Creía en la grandeza. Creía en ella como en una virtud, como si pudiese alcanzarla. Era sensible a las vidas que poseían, por debajo de la superficie, como una roca o una sombra enormes, una gloria que sería descubierta, que afloraría algún día. Tenía buen ojo y un criterio justo para apreciar la valía del trabajo ajeno. Por el suyo propio profesaba un moderado respeto. En su fe, en lo más profundo de sus ilusiones, estaba la estructura que aparecería en las fotografías de su tiempo, el edificio célebre que él había creado y que nada, ni la crítica, ni la envidia, ni la demolición siquiera, podría alterar.
No hablaba de esto con nadie, por supuesto, salvo con Nedra. El tema se volvía cada vez más invisible con el paso de los años. Desaparecía de su conversación, aunque no de su vida. Perduraría siempre, hasta el final, como un gran barco que se oxida en la distancia. "



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