Trópico crepitante (fragmento)Flor Romero de Nohra
Trópico crepitante (fragmento)

"Esa noche hasta los huevos de la pata se engüeraron -le contaría diez años más tarde Lastenia a su nieta Violeta-. Los relámpagos aclaraban el cielo y parecía que el Cerro de La Trinidad se fuera a partir en dos, de tantos rayos que le cayeron. La tempestad era majestuosa. Aunque Eusebio afirmaba que esa tempestad venía del mar, yo sabía que era castigo de Dios, por tantas parejas como viven así no más. El padre Agapito ya lo había predicho, que alguna desgracia horrible les iba a ocurrir a los habitantes de Calamoima, por no casarse. No ve que para eso lo mandaron a él, para eso los Padres Pasionistas fueron asignados a estos pueblos, para poner todas las parejas en gracia de Dios. Yo sí pensé, lo que es los huevos no van a empollar, eso es tiempo perdido. Pero siempre los recogí en una canasta y metí también la pata, y conmigo se fue el animal para la casita de Diva Espejo, pero a la semana siguiente hubo que botar los huevos porque estaban negros, ni uno solo sirvió. El árbol del patio, un anané grande, que tiene unas flores como algodón, comenzó a botar un perfume raro, que lo inundó todo. Eso era que el mohán ya estaba saliendo. "


El Poder de la Palabra
epdlp.com