El asesinato de Mrs. Shaw (fragmento)Margaret Millar
El asesinato de Mrs. Shaw (fragmento)

"Mientras ella iba a pedir la llave, Aragon se quedó en la puerta mirando a la gente. Había casi el doble que de mañana. Varios grupitos almorzaban en la terraza y la mayoría de las reposeras del otro lado de la piscina estaban ocupadas. Media docena de nadadores agitaba el agua completando circuitos y tomándose el tiempo. En la torre del guardavidas un joven de pelo color marfil se pellizcaba el pecho distraído, despellejando los restos del último bronceado.
El anciano en pantaloncitos de baño y visera de tenis seguía escribiendo, pero se había cambiado de la terraza a una silla bajo un ciprés, en una esquina de la cerca. El árbol estaba torcido e inclinado por efecto del viento y el aire marino. Parecía un buen lugar para él.
Ellen llegó con las llaves; estaba un poco incómoda, como si Henderson la hubiera reprendido.
—Escuche, siento lo que dije sobre Mrs. Shaw y Grady dijo en voz baja.
—¿Por qué?
—Porque no estoy segura de que estén juntos. Se fueron casi al mismo tiempo, pero puede ser una coincidencia. Ella suele salir de viaje, cruceros y esas cosas. Y en cuanto a Grady, los guardavidas llegan y se van como la marea. Es un trabajo aburrido y el sueldo es miserable, por eso es que tenemos que contratar a estudiantes que tienen un subsidio de las familias. Grady no es un chico y no tiene familia. Todos sabíamos que no duraría mucho.
—Es extraño que no se quedara hasta cobrar.
—¿Dónde... cómo se enteró de eso?
—Frederic me lo dijo.
—¿Qué le dijo?
—Tenía la impresión —dijo Aragon con cautela— de que Mrs. Shaw era, según sus palabras, la nueva palomita de Grady.
Ellen bajó los ojos a la llave que tenía en la mano, girándola como si tratara de recordar a qué cerradura correspondía.
—Así que hasta los chicos lo comentaban.
—Este chico. Y no es muy típico.
—Es probable que todos lo supieran antes que yo, todo el club. Debo parecer una estúpida de marca mayor. Ni siquiera sospeche de ella porque me parecía tan vieja, y ese día en la oficina los dos simularon que era su primer encuentro.
—Algunos primeros encuentros pueden ser eléctricos —dijo Aragon. La palabra le recordó a Hippollomia y el camión atrapado detrás del portón cerrado de Mrs. Shaw. No hay electricidad. La señora olvidó pagarla.
—Después —dijo Ellen—, los vi irse juntos por el corredor. Había algo en ellos, algo inevitable, fatal. No podría describirlo, pero supe que Grady se alejaba de mi vida antes de entrar en ella —Se volvió con un encogimiento de hombros—. Borremos a un guardavidas de la lista. No volverá.
—Ni siquiera a cobrar el sueldo.
—No va a necesitarlo. Miranda Shaw es una mujer muy rica.
No la corrigió.
Los ficheros ocupaban la mitad de una pared en la oficina. Estaban pintados de colores pastel, azul, rosado, malva, como un intento por disimular su propósito. Seguían pareciendo ficheros. Ellen abrió el azul. "



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