Escritos políticos (fragmento)Hermann Hesse
Escritos políticos (fragmento)

"En el transcurso de los últimos años he comprendido que nunca me será posible expresar mis creencias y mi forma de pensar, si no es mediante las metáforas de la poesía. La expresión directa no es mi terreno.
Esto está relacionado con que, propiamente, nada tengo que aportar al más importante problema de la vida intelectual de hoy, el problema de la vida colectiva y en comunidad. El mundo y la juventud actuales buscan de manera imperturbable e incontenible la colectividad, y con frecuencia, tanto en el lado fascista como en el comunista, se contentan con un tipo de comunidad muy brutal y antiintelectual.
Yo, por el contrario, fui siempre un hombre solitario y tuve que buscar más en el pasado y en la Historia que en la vida actual mi incorporación al todo de la existencia intelectual. Me sentí completamente incapaz de adherirme, aunque fuese como prueba, a cualquiera de las formas primitivas de comunidad, necesitando en cambio, tanto más, el análisis de las religiones y filosofías del pasado, para al fin llegar a la conclusión de que, pese a mi carácter retraído, me hallo profundamente unido a la totalidad de la humanidad.
Por ese motivo acuden a mí desde hace muchos años, con preguntas y en busca de consejo, aquellos jóvenes a quienes les es dado individualizarse y destacar por encima de lo cotidiano y que por consiguiente, sufren al ver la discrepancia con las exigencias de la comunidad. A alguno pude ayudarle, sí, pero difícilmente tengo algo fundamental que decir.
[...]
La campaña de Schwarzschild y Korrodi no fue, propiamente, un pretexto digno. No obstante, comprendo que de una vez tenía usted que cortar el mantel. Ahora que está hecho, y además de forma tan noble, creo que sólo merece una felicitación. Aun así, no puedo darle mi enhorabuena. Sin permitirme censurar en lo más mínimo, ni siquiera con el pensamiento, el paso emprendido por usted, lamento en el fondo que lo diera. Fue una confesión, sí, pero todo el mundo sabía de sobra de qué parte estaba. Para esos señores de Praga y París, que de manera tan canalla le acosan, es una satisfacción comprobar que su presión ha surtido efecto.
De existir un campo al que dirigirse y adherirse, todo iría bien. Pero eso nos falta. Para huir de la atmósfera de gases asfixiantes que se respira entre los frentes, no nos queda más refugio que nuestro trabajo. Y el efecto —hasta cierto punto ilegal— del consuelo y la confortación que usted proporcionaba a los lectores del Reich, queda perdido, no sólo para usted, sino para ambas partes. También yo me veo afectado por ello, porque pierdo a un compañero, y me lamento de ello con todo el egoísmo. Del mismo modo que, durante la guerra, tuve un colega en Romain Rolland, desde 1933 lo tenía en usted. No significa esto que piense perderle del todo, porque no hay en mí tendencia a la infidelidad, pero en Alemania me voy a ver muy solo, ahora, como autor. Sin embargo, me mantendré en mi sitio mientras de mí dependa. "



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