Libro de los méritos de la vida (fragmento)Hildegard von Bingen
Libro de los méritos de la vida (fragmento)

"Estoy completamente aterrorizada. ¿Quién podría consolarme? ¿Y quién podría socorrerme y arrancarme de las desgracias que me oprimen? Alrededor de mí está el fuego de la Gehenna y el celo de Dios me ha arrojado en el infierno. ¿Qué me queda sino la muerte? Las buenas acciones no me producen ninguna alegría, en los pecados no encuentro ningún consuelo, y no encontré ningún bien en ninguna criatura”.
Y de nuevo oí una voz de la mencionada nube tempestuosa que contestó a esta imagen: “Oh esencia de diablo, tú eres esencia de pecado, y no sabes y no consideras los grandes bienes que están en Dios. Si buscas cosas buenas en los que no están con Dios, nadie te ayudará a encontrarlas, pero si vas a la búsqueda del mal en los que no están con Dios, nadie podría decidir sobre esto. Dios creó el cielo, la tierra y todas las cosas útiles, y quiso que también el infierno estuviera sujeto a sus órdenes. Todas las recompensas las da Él y todos los juicios de las malas obras vienen de Él. ¿Por qué te expones a la perdición cuando aún no has sido juzgada? En efecto, los espíritus malvados no reconocen a Dios ni confían en Él. Todas las criaturas secundan los mandamientos de Dios, pero el diablo los rechaza, por lo que ha sido arrojado al infierno y no tiene ningún poder sino el que corresponde al infierno. Por tanto, nadie que quiera realizar algo bueno se imagina su destrucción, ya que Dios es el bien supremo y no deja sin recompensa las buenas obras de nadie. Yo, sin embargo, me siento en el trono de Dios con los buenos deseos, abrazo con la fe todas sus obras, y al realizar buenas obras llevo en mí a toda la tierra. En cambio tú no haces eso, maldad mortal e infernal, ya que no confías para nada en ningún bien de Dios. ¿Qué te favorecerá este comportamiento? Atraes sobre ti muchos castigos que no ves, y así te juegas la vida con infantil necedad. "



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