El dedo de Dios (fragmento)Torcuato Tárrago y Mateos
El dedo de Dios (fragmento)

"Todos los judíos son cobardes; los judíos avarientos como tú sois unos miserables: te hice mi esclavo: era lo que deseaba.
Pasada aquella rápida escena, te levantaste temblando.
—Pero señora, ¿qué queréis de mí? me dijiste.
—Vengo á que me digas mi horóscopo, te contesté como si nada hubiera pasado.
—¡Vuestro horóscopo! Vais á ser reina.
—Ya lo sé.
—¿Queréis más?
—Sí.
Entonces tomaste un infolio y lo abriste por la mitad; consultaste al cielo, descorriendo por medio de un resorte una trampa que había en el techo, la cual se abrió, presentando un sin número de brillantes estrellas; estudiaste con el astrolabio la constelación misteriosa de mi destino; trazaste unos círculos en una rugosa piel, y
—Señora, me dijisteis, vais á poseer dos coronas en vez de una.
—Prosigue.
—Vuestra estrella lucha con otra de purísimo resplandor; si ésta vence seréis perdida.
—Y bien, te dije, resuélveme el fin de este combate.
—Esperad... nace una tercera estrella en el signo de Leo; sigue vuestros pasos, crece, se dilata, ofusca con sus rayos a la estrella contraria; la vuestra se interpone y la eclipsa. "



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