Cogitamus (fragmento)Bruno Latour
Cogitamus (fragmento)

"En realidad, el laboratorio amalgama muchas tradiciones diferentes. Desciende, en primer lugar, del taller del artesano. En ese taller, desde fines del Neolítico, se transforman los materiales —la arcilla, los metales, el vidrio, la madera, los textiles, el cuero, los alcoholes— en manos cada vez más expertas de artesanos cada vez más especializados. Sometido al fuego, a la presión, al amasado, al estiramiento, a la fermentación, cada ser del mundo pierde su apariencia para adquirir una por completo diferente. La lista de cualidades que definían la arena o la arcilla se ha transformado por completo: la arena calentada se convierte en vidrio transparente; la arcilla se vuelve alfarería; el jugo de uva pasa a ser una bebida fuerte. Mucho antes de que hubiera laboratorios, estaban esos lugares un poco misteriosos, de secretos a veces celosamente guardados, en los que se metamorfoseaban los materiales del mundo. A través del taller y en el taller, el mundo va cambiando de cualidades. La Enciclopedia de Diderot se maravilla de aquello, y con razón. En medicina, en biología, en física, en arquitectura, en óptica o en armamento, el artesano precede siempre al ingeniero, a quien el científico trata de alcanzar desde lejos. La situación recién consigue invertirse ya bien avanzado el siglo XIX, y sólo en el caso de algunos oficios. Todavía hoy, si entra usted en un laboratorio, se asombrará al ver la multiplicidad de pruebas a que someten a los seres de los que hablábamos antes, investigadores definidos ante todo por la habilidad de sus gestos, el cuidado que dedican a sus instrumentos, la dureza y extensión de su aprendizaje. No hay duda de que las mesas atestadas de un laboratorio contemporáneo conservan algo del taller del artesano, por no decir del horno del cocinero. "


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