El campamento del perro (fragmento)Algernon Blackwood
El campamento del perro (fragmento)

"Regresé solo al cenador, y durante un largo rato, mientras el fuego crepitaba, permanecí sentado, fumando pensativo. No sabía el motivo; pero por una parte no tenía ningún sueño, y por otra, una idea estaba tomando forma en mi mente, y necesitaba el confort del tabaco y un buen fuego, para desarrollarla. Me apoyé contra una esquina de los asientos del cenador, escuchando susurrar al viento y el incesante gotear de los árboles. Era, además, una noche tranquila, y el mar y la laguna se hallaban en calma.
Recuerdo que fui consciente, peculiarmente consciente, del sinfín de islas desoladas que nos rodeaban en la oscuridad, y de que éramos el único signo de humanidad en un entorno maravillosamente salvaje.
Pero aquel, creo yo, fue el único síntoma que llegó a alertar mis resistentes nervios, y, ciertamente no fue lo suficientemente alarmante como para destruir mi paz mental. Ocurriría, sin embargo, una cosa que turbaría mi paz, pues justo cuando me disponía a marcharme, mientras aplastaba los
últimos rescoldos del fuego, me pareció ver, observándome cerca del final del murete del cenador de madera, una forma oscura y sombría que bien podía haber sido... que de hecho, recordaba intensamente... al cuerpo de un gran animal. Y en medio de aquello, dos brillantes ojos centellearon por un instante. Pero un segundo más tarde me percaté de que era la mera proyección de una masa de musgo y liquen en el murete del cenador, y los ojos un par de chispas errantes que habían saltado al aplastar yo las agonizantes cenizas. Por otra parte, resultaba bastante fácil imaginar ver un animal moviéndose de aquí para allá entre los árboles, mientras andaba el camino hasta la tienda. Evidentemente, las sombras me engañaban. "



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