Fin de campo (fragmento)Don DeLillo
Fin de campo (fragmento)

"Hobbs le hizo un pase cabalgado a Chuck Deering que nos hizo ganar nueve yardas. Se trabajó la otra línea de banda y Spurgeon Cole fue expulsado después de ganar trece más. Del banquillo venían gritos de ánimo. Hobbs le devolvió un falso pase fluido a Taft, que solamente ganó dos. Nuestro quarterback pidió tiempo y fue a hablar con Creed. Me limpié los tacos de las botas y vi cómo Hobbs se acercaba al trote. Parecía tener la respuesta a todo. Me puse detrás de Deering, que estaba ejecutando una ruta-Q para despejar la zona, a continuación me desplegué hacia la línea de banda y di la vuelta. El balón se veía hermoso. Parecía extremadamente grande y luminoso. Podía verlo con perfecta claridad. Retrocedí medio paso, siguiendo su trayectoria. Por fin lo cacé y me giré campo atrás. Alguien me agarró el tobillo pero me lo quité de encima de una patada y volví a ganar velocidad, asegurándome de permanecer cerca de la línea de banda. Dos de ellos vinieron hacia mí. Tenían mi ángulo cubierto y me salí del campo. Me golpearon, me fui al suelo y me siguieron dando. Me levanté repartiendo golpes. Alguien me tiró de la camiseta y recibí dos o tres patadas en la pierna. Me di cuenta de que estaba en su terreno. Fallon y Jessup me sacaron de allí. La paliza les costó veinte yardas, que dejaron el balón al otro lado de la línea de 20 de ellos. Hobbs le hizo un pase de cuchara a Cole a la línea de 10 y pedimos tiempo. Se fue otra vez a parlamentar con Creed. Ron Steeples, que había perdido el conocimiento por culpa de un golpe en el primer cuarto, entró corriendo ahora para reemplazar a Chuck Deering. Se alegraba de estar de vuelta. El aroma a césped y tierra me colmaba el olfato. Hobbs regresó e hicimos la piña. Señaló a Jessup como receptor primario por medio de pase retrasado por el centro. Yo me puse en movimiento y se efectuó el saque. Vi cómo Jessup fintaba un bloqueo y se salía de la línea. Hobbs miró a su izquierda, fintó un pase alto, se giró hacia Jessup y disparó. El balón se le escapó a Jessup de la mano y fue a parar directo al profundo libre de ellos, el número 46, que estaba plantado en la línea de meta. Todos nos quedamos mirando, ni sorprendidos ni pensativos, intentando repasar mentalmente lo sucedido. A continuación el 46 decidió despegar, se evadió de Kimbrough y de Rector y me intentó sortear por el interior. Fui tras él a toda velocidad. En la línea de 30 yardas me di cuenta de que tenía algo detrás y un poco a un lado. Algo blanco y verde que se me venía encima. Luego ese algo me adelantó y le vi el número 22, era Taft Robinson, corriendo con pericia y en silencio, tan magníficamente intacto como un mecanismo de relojería, navegando con naturalidad, sin movimientos independientes ni desperdiciados. No podía creerme que un hombre pudiera correr tan deprisa ni tan bien. Aminoré la marcha y me quité el casco. Taft atrapó al 46 nada más cruzar el medio campo, cargándole entre los hombros y luego rodando por el suelo y poniéndose de pie en un solo movimiento. Me quedé allí, mirando. Sonó la pistola y todos nos fuimos para el túnel. "


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