La mujer del teniente francés (fragmento)John Fowles
La mujer del teniente francés (fragmento)

"El número de circunstancias favorables al acusado era tan grande que hoy resulta difícil creer que pudieran someterle a juicio, y no digamos condenarle. En primer lugar, en Saumur era del dominio público que Marie estaba mortificada por la ostensible admiración que La Ronciére sentía por la hermosa madre de la muchacha, de quien Marie tenía una profunda envidia. Luego, la noche de la tentativa de violación, la casa estaba rodeada de centinelas y ninguno advirtió nada extraño, a pesar de que el dormitorio de Marie estaba en el último piso y para llegar hasta él habría habido que «montar» una escalera y habrían hecho falta tres hombres para transportarla; es decir, una escalera que habría dejado profundas huellas en la tierra blanda del jardín..., y la defensa puso en claro que no había tales huellas. Además, el vidriero que había reparado la ventana declaró que todos los vidrios rotos habían caído fuera de la casa y que, de todos modos, era imposible alcanzar el cierre a través del pequeño orificio practicado. Luego la defensa preguntó por qué, durante el ataque, Marie no había gritado pidiendo auxilio; por qué Miss Alien, que tenía el sueño muy ligero, no se había despertado al ruido del forcejeo; por qué ella y Marie decidieron volver a la cama sin despertar a Madame de Morell, que dormía en el piso de abajo; por qué la herida del muslo no había sido examinada hasta varios meses después del incidente (y se calificó luego de ligero arañazo, completamente cicatrizado); por qué Marie asistió a un baile dos noches después y llevó una vida perfectamente normal hasta que se practicó el arresto, en cuyo momento sufrió un ataque de nervios (la defensa estableció también que no había sido el primero de su aún corta vida); por qué seguían llegando cartas a casa de los Morell a pesar de que La Ronciére se encontraba en prisión esperando el juicio y sin un céntimo; por qué una persona que escribía cartas amenazadoras no se había preocupado de disimular su letra (que era fácil de falsificar) y, además, las firmaba; por qué las cartas estaban escritas sin faltas de ortografía ni de gramática (a los estudiantes de francés les interesará saber que La Ronciére se olvidaba indefectiblemente de la concordancia del participio pasado), cosa que no ocurría en la correspondencia auténtica que se exhibió en el juicio para comparación; por qué las cartas incriminadoras parecían estar escritas en un papel idéntico al encontrado en el escritorio de Marie, según testificó el mejor especialista en la materia de la época. Por qué, por qué y por qué, en suma. Para colofón de las dudas, la defensa señaló que con anterioridad se habían encontrado en la casa de París de los Morell cartas parecidas a aquéllas en una época en que La Ronciére se hallaba destinado en la otra parte del mundo, en la Guayana. "


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