La historia de Samuel Titmarsh y el gran Diamante Hoggarty (fragmento) "Al final de nuestra conversación, de cuyo contenido prometí informar a la señora Hoggarty, el director tuvo la amabilidad de decir que había decidido crear un puesto de secretario personal del director ejecutivo, y que yo ocuparía dicho cargo con un salario adicional de ciento cincuenta libras. Yo tenía doscientas cincuenta libras al año; la señorita Smith tenía setenta libras anuales de herencia. ¿Cuál había de ser mi actitud cuando podía ganar trescientas libras al año? Gus, por supuesto, y todos los compañeros de la oficina a través de él, sabían de mi compromiso con Mary Smith. Su padre había sido comandante de marina, un oficial muy distinguido, y Mary, como he dicho, sólo me aportaba la cantidad de setenta libras al año. Y yo, como todo el mundo decía, con mi actual posición en la empresa y en la City de Londres, podría razonablemente haber aspirado a una señorita con mucho más dinero. Sin embargo, mis amigos estaban de acuerdo en que la relación era muy respetable y yo estaba satisfecho. ¿Quién no lo habría estado con un encanto como Mary? Por lo que a mí respecta, estoy seguro de que no habría cambiado a Mary por la hija del alcalde por mucha fortuna que pudiera tener. El señor Brough, por supuesto, se enteró de mi próximo matrimonio como de todo lo concerniente a cada empleado de la oficina. Yo creo que Abednego le contaba hasta lo que cenábamos cada día. En efecto, su conocimiento de nuestros asuntos era asombroso. " epdlp.com |