El que clama en el desierto (fragmento)Jakob Bosshart
El que clama en el desierto (fragmento)

"Las puertas de la cárcel se habían interpuesto inhóspitas entre el mundo y los cónyuges, justo como si fueran víctimas indefensas de un ataúd férreamente clavado. La vida les deparaba el advenimiento indeseado de nuevos barros y lodos, un peso demasiado oneroso incluso para el redactor del Schweizerspiegels, frecuentemente dispuesto para enfrentarse al vigor de cualquier tribunal que se terciara, si así lo dispusiera la gente. Mientras tanto Ferdinand continuaba con su trabajo cotidiano en el escaparate. Las vicisitudes de la vida política habían colmado las noticias invernales y ahora parecía que volverían a parpadear de nuevo sus efímeros ecos. Los días primaverales agasajaban otras tendencias. Los redactores trataban de que su pluma captara al unísono todo aquel mecanismo y que sus tinteros pudieran referir todas las escorias, incluso con un gracejo menos frecuente de lo habitual, abriéndose paso nerviosamente y con celeridad desde la puerta tabernaria o la del propio lar. En el Schweizerspiegels cada noticia aspiraba a ser leída con delectación. Ayer el cuerpo de una mujer había sido retirado del acuoso lago. El cuerpo de la finada había sido encontrado por una trabajadora de la fábrica Stapferschen. Se sospechaba que ella misma podría haber arrojado su cuerpo a causa de la desesperación por la precariedad y el infortunio de su malhadada vida. Esta hipótesis errónea hubo de ser rectificada ipso facto y la razonable enmienda fue traída a colación en aras de subsanar la mala redacción signada por Ferdinand Stapfers, dándose fe de la misma en la esquina correspondiente a las necrológicas, con el correspondiente impreso acuñado, tratando por ende de minimizar la mala reputación que pudiera adquirir el diario en caso de anuencia ante tal tipo de dislates. El propio rotativo Patriot no tardó en expresar su indignación por la pésima predisposición periodística de Ferdinand. "


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