Secreto de un hombre (fragmento)Franz Werfel
Secreto de un hombre (fragmento)

"Tuve que pensar en la Profetisa de Prevoist, de Max, un cuadro malo, según dicen, pero que a mí me emocionaba entonces profundamente, de una muchacha transparente, que en el lecho de muerte está mirando fijamente los ocultos círculos y planos de otros mundos. Evoqué su rostro y otras cabezas con el estigma del dolor y de la experiencia, pintadas todas por aquel hombre que tal vez había nacido en Trieste, que era apoderado de la más espléndida casa de antigüedades, que sostenía una sucursal en Arosa con los artículos para deportes de invierno y que, vestido según el último figurín, solía cazar panteras en la selva de Dante (un letrero rezaba: "Selva oscura"). Pero no estaba solo. Enamorada iba de su brazo una muchacha joven con cara de vieja y pobre y cuyo nombre conocía: Margarita Maultasch.
Viendo todo eso me dormí.
Pero me desperté muchas veces de mi triste sueño, porque me aullaban al oído muchos gramófonos, el piano eléctrico tronaba, y debajo de mí rugía la máquina del buque.
Si esta historia mía fuese inventada, tendría ahora la obligación de encontrar un golpe final de mucho efecto y resolver la ecuación del estudio psicológico de una manera rotunda y sorprendente. Pero la matemática del destino no es un ejercicio escolar. La vida anda su camino con una falta desesperante de dramatismo, y todo se cae desmenuzado de su lenta mano.
Año y medio más tarde se celebraba la inauguración de la gran "Exposición Internacional" de los Giardini publici. No soy muy aficionado a museos y galerías. ¡Qué cosa más bárbara es una pared llena de cuadros! Desde el interior de veinte túneles miran fijamente veinte paisajes, cabezas, crucifixiones y montones de comestibles; desde su mundo al nuestro, veinte familias de colores lanzan sus rayos rivales sobre el atónito espectador, víctima inocente de esta lucha. Veinte almas, tiernas, encantadas, atrevidas, voluptuosas, odiosas, cantan juntas su canción y la competencia de los colores obliga hasta a las más finas a gritar. "



El Poder de la Palabra
epdlp.com