El cazador de pumas (fragmento) "La furia del cazador y de su caballo suscitó en mí un sentimiento de temor que refrenó mi admiración. Vi cómo las verdes ramas de un pequeño cedro se movían e inclinaban para permitir el paso del enorme caballo, con su jinete doblado sobre la silla y con su cabeza tocando al cuello del animal. Llegó luego a mis oídos el ruido producido por el chasquido de los arbustos al romperse y por los cascos del caballo al galopar en dirección hacia el lugar por donde habían pasado los sabuesos hacía un momento. Nos apresuramos a seguir la senda que Hiram había abierto, inclinándonos sobre el cuello del caballo y agarrándonos a la perilla de la silla para no resbalar y, aunque teníamos la trocha que él había señalado y seguíamos su rastro a menos de la mitad de la velocidad que él llevaba, los arañazos y los golpes de las ramas de los cedros eran verdaderamente casi insoportables. Pero seguíamos adelante. A poco más de medio kilómetro en el interior del bosque, nos encontramos inesperadamente junto a Hiram. Había desmontado y estaba escudriñando el suelo. Mux-Mux y Curley estaban a su lado por haber perdido, al parecer, la pista que seguían. De repente, Mux-Mux abandonó el pequeño claro y con un hosco y rápido ladrido, desapareció bajo los árboles. Curley se sentó sobre sus ancas y lanzó un gañido. " epdlp.com |