Escultismo para muchachos (fragmento)Robert Baden Powell
Escultismo para muchachos (fragmento)

"En otra ocasión, tropas americanas perseguían a unos indios que habían asaltado y matado a unos blancos. Llevaban consigo algunos Pieles Rojas que les servían de rastreadores.
Para asegurar el éxito, las tropas marchaban de noche y los rastreadores tenían que palpar las huellas con los dedos, en la obscuridad. Caminaron a muy buen paso, pero de pronto hicieron alto y los rastreadores informaron que las huellas estaban cruzadas por otras recientes. Cuando el oficial encargado llegó al lugar, los indios aún tenían las manos sobre las huellas para no perderlas. Trajeron una luz y se descubrió que las huellas recientes eran las de un oso que había cruzado las de los fugitivos. Continuaron la marcha sin novedad y en la madrugada, sorprendieron a los asaltantes. El Scout norteamericano Federico Burnham, que se encontraba entre las gentes de Wilson en el África del Sur cuando la matanza del río Shangani, en la tierra de los matabeles, había sido enviado con un mensaje poco antes de que fueran copados. Viajó durante la noche para evitar ser observado por el enemigo y tuvo que guiarse palpando las huellas que la columna había dejado en el lodo esa mañana, cuando marchaban hacia aquel lugar. Yo, también, tuve que guiar una columna, durante la noche, por las intrincadas montañas de Matopo, en Rhodesia, para atacar una fortificación enemiga que había reconocido el día anterior. Seguí el camino palpando mis propias huellas, unas veces con mis manos y otras con las suelas de mis zapatos, ya que estaban muy gastadas. No tuve ninguna dificultad en seguir el rastro.
Rastrear, o poder seguir huellas, se designa de diferentes maneras en los diversos países. Así, en el África del Sur se habla sólo de "spooring" es decir, seguir el "spoor"; en la India es "pugging" o seguir los "pugs", en la América del Norte se le llama "trailing", rastrear. Es uno de los medios principales por el que los Scouts consiguen sus informes y los cazadores su caza. Pero, para ser un buen rastreador, hay que empezar joven y practicarlo siempre al caminar, ya sea en la ciudad o en el campo.
Si al principio os lo recordáis constantemente, pronto encontraréis que se ha convertido en un hábito y ya no tenéis que recordároslo. Esto, además de ser un hábito muy útil, hace interesante la caminata más aburrida. Los cazadores, cuando salen al campo a cazar, lo primero que hacen es buscar las huellas que pueda haber, antiguas o frescas, para saber si por ahí hay animales. Después, estudian las más recientes, para ver si los animales se están escondiendo. Cuando han dado con un buen rastro, lo siguen hasta encontrar al animal y matarlo. Hecho esto, quizás tengan que valerse de sus propias huellas para regresar al campamento. Los Scouts de guerra tienen que hacer esto mismo con respecto a sus enemigos. "



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