Todos mienten (fragmento)Soledad Puértolas
Todos mienten (fragmento)

"La chica extendió su mano. Busqué sus ojos: seguía aburrida, cansada. Se quería ir de allí. En cuanto fuimos presentados, se fueron. Los miré un momento en su nuevo desfile entre las mesas. Cansados y satisfechos.
Pedí otro café y me fui a casa. En esa soledad, me sentí bien. La vida desfilaba ante mis ojos. Mi madre se había marchado con su pretendiente. Chicho Montano, aquel casi despreciado compañero de colegio, había remontado su depresión y acariciaba un futuro brillante. Federico seguía en su vorágine de amistades y proyectos. Yo tenía mucho qué hacer, pero, no sé por qué, fui a la biblioteca y busqué el libro encuadernado en piel que encerraba las obras de mi padre. Recordé al personaje de quien Matilde me había hablado una vez: el que, como el rey Midas, convertía en oro todo lo que tocaba. Salía en casi todas sus obras, pero en una de ellas un poco más. La encontré en seguida. La leí de un tirón y, sorprendentemente, me gustó. El autor no se había permitido más que un poco de filosofía y de nostalgia. El personaje, que era un poderoso magnate, intervenía en un par de ocasiones, forzando hacia el bien la vida del protagonista, más débil de lo que un protagonista de una obra de mi padre solía ser. En una de esas ocasiones le decía: «No es fácil para mí darte este consejo y no puedo pedirte que me obedezcas a ciegas, así que tendrás que confiar en tu instinto». Acto seguido, le decía que abandonara a la mujer que amaba o creía amar. Eso era lo de menos, eso empezaba a dejar de interesarme (aunque aquella noche, todo me interesó), pero, por alguna inexplicable razón, la frase me traspasó. La repetí varias veces, como si hubiera en ella alguna clave. Tal vez me impresionaba por la forma en que el personaje parecía, con ella, disculparse de su intervención o por la forma en que yo me imaginaba al vacilante protagonista mientras la escuchaba, sorprendido, un poco agradecido, y, finalmente, buscando con esfuerzo su instinto a través de aquella enmarañada situación que le había tocado vivir. "



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