El gobierno de los clérigos (fragmento)Giuseppe Garibaldi
El gobierno de los clérigos (fragmento)

"Concédanos el tiempo la gracia de partir y dejar todo este ingrato cúmulo de terroríficas escenas y que nuestros fugitivos pasos se encaminen hacia Porto d'Anzio. Los corazones proclaman la gravidez de su tristeza, ya que dejan muchos seres queridos en la ciudad y son conscientes, además, de que el camino está lleno de peligros hasta que logren alcanzar por fin la costa. Pero, aliviados por el límpido aire de su país natal que llena sus pulmones, sus espíritus se reaniman. Ese país, que otrora fue tan fértil y popular, hoy semeja un estéril desierto. Sería difícil encontrar otro lugar en el que se concitaran tan manifiestamente objetos que loan la grandeza pretérita y que zahieren con la miseria del presente como en el caso de esta campiña. Las ruinas, dispersas por doquier, despiertan el placentero celo del anticuario, dando fe de la prosperidad y grandeza de sus antiguos habitantes; mientras que el ánima aventurera y osada encuentra suficientes bestias y pájaros para satisfacer sus ansias; pero el verdadero amante de la humanidad vierte sus lágrimas de bonhomía sobre el cementerio de la gloria del pasado, mientras los clérigos se disponen a realizar parte de su labor como sacristanes. Escasos son los propietarios de estas vastas llanuras y en cambio son demasiados los sacerdotes que, corrompidos por los placeres y vicios de la ciudad, visitan estas tierras dejando apenas unas pocas ovejas y búfalos.
El bandolerismo es inseparable del gobierno de los clérigos, siendo fácil comprenderlo, dado que es favorecido por brutales y crueles mercenarios. Estos hombres abrazan el latrocinio, el asesinato y, huyendo de las consecuencias de todo tipo de vil delincuencia, arriban a estos desérticos páramos, donde hallan un tranquilo refugio. "



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