Una historia de Nueva York (fragmento)Washington Irving
Una historia de Nueva York (fragmento)

"Con una generosidad por la que la considero merecedora de inmortal honor, la colonia declaró que ninguna decisión del gran consejo de la liga obligaría a la corte general de Massachusetts a sumarse a la ofensiva bélica, pues este tribunal la consideraba injusta.
Este rechazo provocó inmediatamente serias dificultades y disputas entre la colonia de Massachusetts y la combinación de las colonias restantes, y habría sin duda producido la disolución de la confederación si el gran consejo de los anfictiones, consciente de que no podía actuar de forma independiente y mutilado por la pérdida de un miembro tan importante como Massachusetts, no se hubiera plegado momentáneamente a abandonar sus hostiles maquinaciones contra Manhattoes. Tales son la sorprendente energía y el poder de tan notables confederaciones, compuestas por varias partes enérgicas, voluntariosas y discordantes, apenas vinculadas por un endeble Gobierno general. Así con todo, las belicosas localidades de Connecticut no tenían motivo alguno para lamentar esta frustración de su ardor guerrero, pues por mi fe que aunque las capacidades combinadas de la liga podrían haber terminado por ser excesivas para los robustos guerreros de Manhattoes, hasta que esto sucediera el leonino Pieter y sus mirmidones habrían asfixiado a los obstinados héroes de Pyquag con sus propias cebollas y habrían dado al resto de pequeñas localidades de la frontera tal azotaina que les garantizo que no habrían tenido valor para invadir las tierras o los gallineros de un neo neerlandés en no menos de cien años.
De hecho, existía más de una causa que desviaba la atención de las buenas gentes del este de sus hostiles propósitos, pues justo en aquel momento se vieron horriblemente asediados por las incursiones del príncipe de las tinieblas, a varios de cuyos vasallos lograron detectar escondidos entre sus tropas y fueron debidamente pasados por la parrilla, al igual que sucedió con numerosísimos espías y peligrosos enemigos. Para no continuar utilizando parábolas: leemos que en aquel momento la desafortunada «región del este» se encontraba sumamente confundida y asediada por multitud de brujas descarriadas que utilizaban extraños artefactos para cautivar y angustiar a la población. Y si bien diversas leyes muy juiciosas y sangrientas se habían aprobado contra toda «solemne relación o acuerdo con el demonio mediante conjuros o actividades similares», los oscuros delitos de la brujería continuaban incrementándose a una velocidad alarmante que estaría más allá de lo concebible si no fuera por el hecho de que las acciones estaban suficientemente acreditadas como para siquiera dudarlo un instante. "



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