Lo peor de todo (fragmento)Ray Loriga
Lo peor de todo (fragmento)

"Cuando fue mi cumpleaños T me regaló una hebilla y una petaca y las dos cosas me encantaron. Cuando fue el cumpleaños de T le compré una pistola de agua y le pinté un cuadro. A T le gustó mucho el cuadro, se puso muy contenta y me llevó a cenar a un restaurante japonés. La comida era buena, pero no me apañaba muy bien con los dichosos palillos, así que le pedí al camarero un tenedor. El camarero resultó ser un tío gracioso, me dijo que no tenía tenedores y se rio un rato de mi torpeza, al final de la cena le llamé y le dije que me iba a dar bastante más maña metiéndole los palillos por el culo. A T no le hizo mucha gracia. A veces los camareros asumen su función de siervos miserables y son la cosa más repugnante del mundo. Piensan: «yo sólo soy un camarero pero todavía puedo enseñarle a este imbécil cómo se come en Mi restaurante con Mis palillos de madera», en lugar de pensar: «Otro pobre tipo al que le están jodiendo los dichosos palillos de esta mierda de restaurante que me paga esta mierda de sueldo». Aparte de todo esto, la comida estaba buena, eran pescados crudos y cosas que parecían asquerosas pero que luego estaban muy ricas.
A T le gusta mucho la comida japonesa y también los animales y todas las cosas raras, como la medicina natural o las camas de algodón sobre tatamis de cebada prensada, creo que es cebada prensada, pero no estoy seguro. Afortunadamente no le interesan nada ni la astrología ni el budismo ni las energías interiores que salen del alma y te atan los cordones de los zapatos, y digo afortunadamente porque por alguna extraña razón todas estas cosas suelen venir juntas.
La verdad es que no le dije nada al camarero. Me hubiera gustado, pero supongo que para eso hay que nacer. Como para patinar sobre hielo. "



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