El ovejero de mi tierra "No es el gaucho de la pampa ni el “cow boy” de la pradera, ni es el huaso, ni es el charro, el ovejero de mi tierra. Es un símbolo viviente del empuje y la paciencia, frente al viento que lo curte y al silencio que lo aprieta. Va clavado en su caballo, tranco a tranco, legua a legua, con la voz guardada adentro y la vista siempre alerta. Ni usa típicos vestidos ni le cuelgan pistoleras. No le teme a las lloviznas ni a los fríos que lo queman. Va tras de su “piño” -mar de lana- por la senda. Y a su mágico silbido corre el perro de faena. Yo lo he visto muchos días empeñado en su tarea. Y lo he visto muchas noches contemplar las estrellas. Solitario y pensativo, siempre tras de sus ovejas, ¡es un rey sin trono fijo el ovejero de mi tierra! " epdlp.com |